Alpha Flight nació en las páginas de X-Men como una suerte de respuesta canadiense a los muy americanos Vengadores. De hecho su creador era de nacionalidad canadiense y pese a que el nuevo grupo nació en las páginas de la colección principal de la franquicia mutante, Byrne rápidamente trató de desvincularlos de dicha franquicia para concederles una personalidad propia. Así, cuando le propusieron crear una nueva colección basada en los Alpha Flight a mediados de los 80, se propuso que el grupo no funcionase como tal, sino de forma disgregada y que solo se reuniesen en ocasiones especiales luchando contra las amenazas más poderosas. Eso daría la oportunidad a Byrne de explorar sus personalidades de forma aislada y más completa y compleja, dando lugar a personajes tan fascinantes como los gemelos Jean-Marie y Jean-Paul Beaubier (alias Aurora y Estrella del Norte). Otra de las propósitos que se hizo Byrne es que cada cierto tiempo 'eliminaría' a un miembro del grupo. Y lo cumplió en los casi 30 números en que permaneció en la colección. Naturalmente 'eliminar' no significa necesariamente 'matar' un personaje, y de esta forma Byrne buscó fórmulas más o menos originales y elegantes de sacarse de en medio algunos personajes. Así de esta manera a Marrina, una vez descubierta la naturaleza predadora que se escondía tras su apariencia inocente, la convertiría en una suerte de pariah para vivir su vida en completa soledad y desaparecer de la colección, mientras que con Walter Langkowsky optaria por eliminar tan solo a su alter ego, el simpar y carismático Sasquatch, dejando viva la personalidad humana para transferirla a otro cuerpo. Pero con el lider del grupo, Guardián, el primero en desaparecer del equipo, su postura había sido muy distinta.
La muerte de Guardián había sido una muerte real y ciertamente inesperada. Aunque Byrne había anunciado que iba a eliminar a un personaje del equipo cumplido más o menos el año de su publicación, ningún lector esperaba que fuese el lider del grupo, el alma matter del mismo y el personaje que llevaba la bandera del Canadá en el pecho. El personaje que tenía más números era, a priori, Estrella del Norte, el más antipático de todos y el más reticente a trabajar en equipo. Pero Byrne tenía planes para Jean-Paul y poco a poco iría revelando aspectos de sus personalidad que lo convertirían en un personaje ciertamente fascinante (su homosexualidad, su pasado como activista terrorista...). La muerte del lider del grupo tendría un impacto mayúsculo en el devenir de la colección en números posteriores. Por un lado su fallecimiento es uno de los, en mi opinión, mejor planificados desde un punto de vista gráfico. Byrne realiza una composición realmente prodigiosa de los momentos previos a su muerte, en tres páginas que son un portento narrativo, que crean tensión y que culmian de forma absolutamente dramática. Pocas veces en un comic la muerte de un personaje han sido capaces de dejar sin habla a un lector.
Hay un aspecto ciertamente chocante en la muerte de Guardián: éste fallece cuando tras un enfrentamiento dramático contra uno de sus enemigos, mientras intenta desactivar los mecanismos de su traje que están a punto de explotar, es distraído momentáneamente por su esposa. Esa distracción fatal es la que provoca su muerte, y esa misma distracción creará un sentimiento de culpabilidad en su mujer, sabedora de que quizás, de no haber aparecido, su marido hubiese sobrevivido. Las consecuencias del la muerte de Guardián en Alpha Flight se harían sentir a lo largo de varios números y la principal de ellas iba a ser la búsqueda de un nuevo lider. La decisión tomada por Byrne fué tan inesperada como (gratamente) sorprendente, pues iba a ser su esposa Heather la que le sustituiría en las labores de liderazgo una vez superado el trauma de la muerte de su esposo. Y lo sorprendente de la decisión es que Heather era una humana normal y corriente en todos los sentidos, sin poderes, sin vocación aventurera, sin experiencia en liderazgo de campo o combate de ningun tipo. Era simplemente una ama de casa. Pero Byrne ofreció una imagen francamente arriesgada del personaje al convertirla en una suerte de 'lider administrativo' al mismo tiempo que en el alma esencial del grupo: la misión de Heather no sería liderar a Alpha Flight en combate sino encargarse de que permaneciesen unidos a pesar de que las circunstancias los invitaban siempre a llevar vidas separadas. Byrne nos ofrecía de este modo una imagen inusual del personaje, mucho más fuerte, más decidido, más capaz.
Lamentablemente hay guionistas carentes de imaginación que parece que no saben que hacer con un personajes sin poderes en una colección de superhéroes (algo similar ocurrión con Tormenta en las páginas de X-Men, cuando perdió sus poderes en el mítico episodio "Muerte viva"), y así cuando Bill Mantlo se hizo cargo de la colección tras el abandono de Byrne, no tardó mucho en darle un traje vistoso y con poderes a Heather, dando así al traste con los logros de Byrne y traicionando completamente la esencia del personaje (debo admintir que no he leído NADA de lo que se ha escrito sobre el grupo desde el abandono de Byrne, y no tengo ningún interés en hacerlo).
En cuanto a la muerte de Guardián el propio Byrne hizo una especie de amago de traerlo de vuelta con un giro argumental un tanto rocambolesco. Quiero creer que finalmente se arrepintió de su (equivocada) decisión y en otro giro argumental no menos extravagante, desharía su decisión convirtiendo su aparente resurrección en una farsa hurdida por uno de los enemigos del grupo para desestabilizar a sus miembros.
La muerte de Guardián es para mi una de las que mejor y con mayor impacto se han plasmado gráficamente en un cómic. Pero Guardián es un personaje menor dentro del vasto cosmos del universo superheroico, y si hay una muerte que para muchos lectores ha quedado grabada en la retina de forma indeleble, esa es la de Supergirl.
El número 7 de la mítica "Crisis en tierras infinitas" ya anunciaba desde su portada, y de qué manera, la muerte de uno de los personajes más incónicos de la DC Comics. La portada, obra maestra de George Pérez, es tan impactante como dramática, y en ella nos muestra a un Superman impotente, consumido por el dolor y bañado en lágrimas, llevando en brazos el maltrecho cuerpo inerte de su prima Kara. La muerte de Supergirl en las páginas de "Crisis" redefine en muchos aspectos el significado de la palabra 'épica'. Kara, en un último acto desesperado ante un enemigo demasiado poderoso al que ni siquiera Superman puede hacer frente, se enfrentará al Monitor con lo que queda de sus fuerzas, protegiendo a sus amigos y compañeros, consiguiendo tan solo una victoria pírrica que no acabará con el enemigo pero que dará a sus compañeros la oportunidad de seguir luchando para lograr así la victoria final.
El objetivo de "Crisis en Tierras Infitinitas" era primordialmente reordenar el caótico universo DC en el que habían proliferado cada vez más versiones alternativas del universo, dando lugar así a diferentes versiones de un mismo personaje que no hacían más que confundir a los lectores. Así que en ese proceso de reordenación algunos personajes iban a fallecer. Era el caso de Barry Allen, el mítico Flash, cuya muerte sería menos trascendental por cuanto Wally West, el Kid Flash de los Nuevos Titanes, asumiría posteriormente el traje y el nombre de Flash al poseer los mismos poderes que su predecesor. Pero la muerte de Supergirl iba a ser completamente distinta por el hecho de que no estaba previsto sustituta alguna.
Todos sus compañeros de aventuras asistirián a su funetal, y su primo Kal-el, Superman, pronunciaría en el mismo una emotiva elegía final:
"Viviré herido, pero no desilusionado. Triste, pero con la esperanza de que el sueño que compartimos tu y yo, y tantos otros con poderes, y en especial los que no los tienen... esos sueños, puedan realizarse. Viviremos para recordar y honrar el pasado, pero con la vista en el futuro. Adiós Kara, Linda Lee, Supergirl, te extrañaré para siempre"
(continuará...)
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