Una de las cosas que más han distinguido al universo
superheroico de la Marvel Comics es su elaborada coherencia interna conseguida a lo largo de los años. A
diferencia de los personajes de DC, que operaban en ciudades imaginarias como
Metrópolis, Cotham o Central City, y por lo tanto con escasas posibilidades de
colisionar, los personajes de Marvel vivían y operaban todos en Manhatan, New York, así
que no era de extrañar que la Antorcha Humana compartiese aventuras con nuestro
amistoso vecino Spiderman, que éste se pasease por la páginas de la Patrulla-X
o que Red Richards recurriese ocasionalmente a los talentos de su amigo del
Village, el doctor Stephen Strange. DC por el contrario fue creciendo de forma
desordenada e inconexa, en parte por la incorporación mediante compra de
personajes provenientes de otras editoriales, pero también debido a la
pervivencia del concepto de las múltiples tierras. Ese caos creativo fue el que
motivó la creación de uno de los más relevantes eventos editoriales de la
Distinguida Competencia, las Crisis en Tierras Infinitas, en virtud del cual
se ordenó todo el universo DC, se integró de manera coherente a los personajes
provenientes de editoriales ajenas, se reescribió el origen de algunos
personajes para darles una forma definitiva, y se redujo la existencia de
realidades alternativas a un número manejable: 3. Con los años se ha dado al
traste con la consistencia lograda, y todo con el único objetivo de llamar la
atención del lector y tratar de aumentar las cifras de ventas. Así pues se ha
recuperado el concepto de multiverso (ahora son 52 tierras alternativas), se ha
reescrito enésimas veces el origen de muchos personajes, se han narrado nuevas
crisis que no han hecho más que contribuir a enrevesar más el universo DC, se
han volcado todos los esfuerzos en un polémico reboot que no ha gustado a la
mayoría de los lectores, y todo para finalmente concluir que la otrora
sacrosanta continuidad es un lastre del que, según opinión de Dan Didio y Jim
Lee, tienen que deshacerse.
Los movimientos editoriales en Marvel hasta la fecha no han
sido tan drásticos, pero desde la irrupción en escena de Brian Michael Bendis
parece haberse instalado en la Casa de las Ideas la política del “todo vale”.
Así pues se han permitido deshacer la historia reciente de Spiderman mediante
un controvertido “mefistazo”, por las filas de los vengadores se ha paseado
todo hijo de vecino a capricho de su guionista (la formación creada por Bendis
tras el sonado “Avengers dissambled” es la menos carismática de la historia de ‘los
héroes más poderosos de la Tierra’), se han matado, resucitado, vuelto a matar
y vuelto a resucitar a casi todo personaje marvelita en aras de la más
descarada comercialidad, se ha hecho uso y abuso de los crossovers y eventos
editoriales de la forma más irritante, y finalmente se ha concluido en un
encubierto reboot para hacer desaparecer prácticamente todas las colecciones
tradicionales y sustituirlas por otras basadas no ya en los personajes de la
casa, sino en los eventos más populares que han tenido lugar en las últimas
décadas (“Secret wars”, “Días del futuro pasado”, “Futuro imperfecto”,
“Proyecto exterminio”, “Planeta Hulk”, “1962”, “Inferno”…). Así pues de nuevo
la sacrosanta continuidad, marca de la casa de Marvel Comics, se diluye y
desaparece porque en el fondo lo que importa no es la calidad o aún menos el
respeto a los lectores veteranos, sino únicamente las cifras de ventas.
Queda claro que la continuidad en los comics Marvel ya no es
lo que era, por decirlo de alguna manera. Pero, ¿y en el universo Marvel
cinematográfico? ¿Se mantiene? Harto difícil desde el momento en que los
derechos de los personajes Marvel han caído en manos de diferentes estudios y
entre estos no hay buena sintonía a la hora de trabajar y mantener unas pautas
de trabajo basadas en la colaboración creativa. Los derechos de toda la
franquicia mutante permanecen en manos de Fox, que arrancó las andanzas de los
personajes marvel en la gran pantalla con el “X-Men” de Bryan Singer; Fox
también retiene los derechos cinematográficos de Los 4 Fantásticos. Los
derechos de Spiderman los mantiene Sony Pictures. Y por último la división
cinematográfica de Marvel, Marvel Studios, conserva los derechos de toda la
franquicia de los Vengadores, que incluye además los de Capitán América, Thor,
Iron-Man, Hulk y el Hombre Hormiga, así como los de Los guardianes de la
galaxia. A estos últimos hay que añadir los personajes que integran la división
televisiva y que incluyen S.H.I.E.L.D., la agente Carter, Luke Cage, Jessica
Jones, Puño de Hierro y un finalmente recuperado Daredevil, que en breve
desembarcará en la pequeña pantalla.
Marvel Studios ha puesto un especial cuidado en trasladar la
coherencia y consistencia de su universo tradicional a los diferentes films y
series de los que se hace cargo. En aras de ese espíritu cohesionador hemos
podido la aparición de Nick Fury como nexo de unión en los films de “Iron Man”
o “Capitán América” para justificar la formación de los Vengadores, el debut de
la Viuda Negra en “Iron Man II” y la primera aparición del agente Coulson en “Thor”.
E incluso se llega a mencionar al Doctor Extraño en “Capitán América. Soldado
de invierno”, anticipando así su próximo debut cinematográfico. Pero al margen
de cameos más o menos simpáticos como el de Lady Syf o Deathlock en “Agents of S.H.I.E.L.D.”,
la interacción entre las diferentes películas y series va mucho más allá y
obedece a la intención de construir un universo cohesionado a la imagen del que
funciona en el mundo de los comics. De esta forma los acontecimientos de
“Capitán américa. El soldado de invierno” impactaron de una manera directa en
la finale season de la primera
temporada de “Agents of S.H.I.E.L.D.”, y en la segunda temporada de esta serie
ya se ha anticipado la aparición de los kree y se ha narrado su enemistad con
los asgardianos, al mismo tiempo que aparecen las primeras menciones a los
Inhumanos y las nieblas terrígenas, que serán otro de los futuros proyectos de
Marvel Studios para la gran pantalla. También Agente Carter es una consecuencia
directa de “Capitán América. El primer vengador”, y actúa como puente entre
ésta y “Agents of S.H.I.E.L.D.”, con cameo del padre de Tony Stark y aparición
sorpresa de Armin Zola incluidos.
Lamentablemente los deseos de Marvel Studios de dotar de
coherencia interna a su universo cinematográfico chocan de lleno con las
intenciones comerciales de otros estudios. Y si bien con Sony Pictures se ha
llegado a un acuerdo para que Spider-man pueda aparecer en un futuro en un film
de los Vengadores (quizás “Captain America: Civil War”, quizás “Avenger: the
Infinity War”), las conversaciones con Fox han tomado otros derroteros y éstos
se han negado por completo a que la palabra mutante, de la que poseen los
derechos de explotación cinematográfica, sea mencionada en los films de Marvel
Studios. De esta forma en la inminente “Vengadores: la era de Ultron”, Mercurio
y la Bruja Escarlata no serán mutantes sino ‘fenómenos’, y por supuesto no
tendrán ningún parentesco con Magneto, su padre en el universo de los comics.
Esta falta de entendimiento ha provocado un consabido cabreo en las oficinas de
Marvel, que no dispuestos a darle promoción a las películas de Fox, han
decidido reescribir (de nuevo) el origen de dichos personajes de manera que: a)
ya no serán mutantes sino, probablemente, inhumanos; y b) ya no serán hijos de
Magneto. Decisión estúpida y pueril que una vez más pone a prueba la paciencia
de los lectores veteranos, hartos ya de que se juegue con la continuidad de
manera tan caprichosa. Para más inri la Fox conservará su propia versión de
Pietro (al que por razones de derechos no pueden llamar Mercurio, Quicksilver
en su versión en inglés) y rehará a gusto el origen de los 4 Fantásticos, que
dejarán de ser la primera familia del Universo Marvel para convertirse en un
grupo de adolescentes desarraigados sin lazos de parentesco. Es más: el villano
Marvel por antonomasia, el monarca de Latveria, el Doctor Muerte (Doctor Doom
en inglés) pasará a ser una especie de hacker informático. Ver para creer.
Poco cuidado es el que ha puesto Fox en su franquicia
mutante a la hora de dotarla de consistencia interna a lo largo que los
diversos films que ha estrenado. Los continuos vaivenes temporales a los que se
han sometido las diferentes películas de la franquicia han dado pie a algunas
inconsistencias que chirrían bastante. Los 3 primeros films de los X-men se
desarrollaban de forma lineal y estaban ambientados entre los años 2000 y 2006
aproximadamente (fechas de estrenos del primer y último film de la trilogía);
al final de la saga Magneto perdía sus poderes y Xavier moría, aunque en la
escena post-créditos se nos explicaba que había podido transferir su
consciencia a otro cuerpo. El primer film de Lobezno, estrenado posteriormente
en el año 2009 con el título “X-Men: Origenes. Lobezno”,se desarrolla
cronológicamente antes que éstos; al final del mismo vemos a una Emma Frost
adolescente y a un Patrick Steward que interpreta a un profesor Xavier al que
han hecho un lifting digital y que no utiliza una silla de ruedas (¡error!),
que recluta a un joven Cíclope. El siguiente film estrenado, “X-men: primera
generación”, se sitúa en los años 70 y por lo tanto bastante antes de los
acontecimientos narrados en “Lobezno”, y en él además de unos rejuvenecidos
Xavier, Magneto y Mística (interpretados ahora por James McAvoy, Michael
Fassbender y Jenifer Lawrence respectivamente) vemos a un adulta Emma Frost
(¡error!), y a un adolescente Alex Summer que se supone es el hermano pequeño
de Cíclope (¡error!); al final del film Xavier queda inválido, sin embargo en
un flashback de “X-men. La decisión final” habíamos visto que Patrick Steward
sale caminando (¡error!). Luego vendría “Lobezno. Inmortal”, cuya acción se
desarrolla posteriormente a lo narrado en “X-Men. La decisión final”. Al final
del film, también en una escena post-créditos, Lobezno se encuentra con
Magneto, que ha recuperado sus poderes (¡error!), y con Xavier, que vuelve a
estar vivo, en su cuerpo de siempre y confinado en silla de ruedas (¡error!).
Para rizar el rizo “X-men. Dias del futuro pasado”, narra dos acciones en
paralelo, un situada en un futuro más o menos cercano, posterior en todo caso a
los acontecimientos explicados en las películas de X-Men, y otra línea temporal
situada en los años 80; se supone que Kitty Pride solo atraviesa paredes, pero
aquí ha desarrollado a convenciencia la habilidad psíquica de enviar la mente
de alguien a su encarnación en el pasado (¡error!). “Días del futuro pasado” se
cierra con una argucia argumental que no solo permite a Bryan Singer recuperar
a los fallecidos Jean Grey y Scott Summers, sino de alguna manera justifica
todos los devaneos argumentales entre las diferentes películas de la
franquicia. La próxima será “X-Men: Apocalypse”, que estará situada en los años
90, y en la que asistiremos al reclutamiento de unos jóvenes Tormenta, Jean
Grey o Cíclope, aun cuando este último ya fue reclutado por Xavier al final de
“Lobezno”, film que en teoría se sitúa en un momento posterior (¡error!)
| Pasado y futuro de los X-Men |
¿Y qué pasa con DC? Pues de momento Warner no parece estar
muy preocupada con el tema de la continuidad. Nada tiene que ver que Superman
del “Smallville” televiso con el “Man of Steel” de Zack Snyder (y aquí yo
añadiría: afortunadamente). Este último no guarda relación alguna con el Batman
de Christopher Nolan, pese a compartir un mismo productor, y aunque Batman
aparecerá en la secuela del film de Snyder, de título “Superman vs. Batman: Daw
of Justice”, éste no guardará, aparentemente, relación con el personaje
interpretado por Christian Bale en las películas de Nolan. De hecho el film de
Snyder se pretende una anticipación a un futuro proyecto con la Liga de la
Justicia, y en él veremos el debut de Wonder Woman o Aquaman entre otros
personajes, aunque también se ha adelantado que de aparecer en un futuro Flash,
no será Austin Grant, quién le da vida en la versión televisiva, el que lo
encarne en dicho proyecto cinematográfico, lo cual nos hace pensar que tampoco
guardará relación con “Arrow”, y que de aparecer Flecha Verde o Átomo en la
formación, serán muy distintos de sus encarnaciones en la pantalla catódica.
Marvel, por su lado, ha planificado los estrenos de sus
películas con sumo cuidado. Siendo conscientes de que inaugurar un film con un
grupo de 6 miembros (los Vengadores), teniendo que hacer las consabidas
presentaciones de todos ellos y narrando sus respectivos orígenes para hacerlos
próximos a los espectadores, era una tarea poco menos que inabarcable, decidió
de forma muy inteligente presentarlos individualmente, y así de paso ampliar
más la franquicia cinematográfica y rentabilizarla convenientemente en
taquilla. Así primero aterrizaron las versiones cinematográficas de Iron Man y
Hulk, a las que siguieron las de Capitán América y Thor. Entre ambas se estrenó
la secuela de Iron Man, que presentaba a
la Viuda Negra, y en el film de Thor vimos por primera vez a Ojo de
Halcón. Ya tenemos grupo. Y con las consabidas presentaciones hechas, Josh Whedon
pudo estrenar en el 2012 “Los Vengadores”, yendo directamente al grano,
regalándonos 142 minutos de pura acción, humor y aventura a raudales. Además ni
siquiera tuvo que esforzarse mucho para explicar las motivaciones del villano
de turno, Loki, pues éste también había sido convenientemente presentado en el
film de su hermanastro, Thor. Con “Los Vengadores” se cierra la Fase I de
Marvel, dejándonos además una enigmática escena post-créditos en la que aparece
Thanos, futuro villano para la franquicia.
Nos metemos, pues, de lleno con la Fase II. Segunda secuela
de Iron Man con la aparición de Iron Patriot. Secuela de Thor con la aparición
del ‘eter’, la 2ª gema del infinito (la primera sería el ‘teseracto’, vista en el
primer film del Capitán América). Secuela de Capitán América con la aparición
de su eterno compañero, el Halcón. Vamos ampliando el grupo para una futura
nueva formación de los Vengadores. Después se estrena “Los guardianes de la
galaxia”, en la que veremos una 3ª gema del infinito y de paso recuperamos la
amenaza de Thanos, enlazando de esta manera la franquicia galáctica de Marvel
con los Vengadores (recordemos también que la asgardiana Lady Sif entrego el ‘eter’
al Coleccionista, el cual jugará un papel importante en el film de los
Guardianes. Y en breve veremos “Los Vengadores. La era de Ultrón", que ya
se anuncia como el film más largo y ambicioso estrenado por Marvel Studios, 2
horas y 40 minutos de pura adrenalina para regocijo orgiástico de los fans. A la formación ya vista en el primer film y
las inevitables re-apariciones de Nick Fury y Maria Hill, habrá que sumarle por
un lado las incorporaciones de Máquina de Guerra y el Halcón, y por otro el
debut en la pantalla de Mercurio, la Bruja Escarlata y la Visión. Y por si
alguien no tuviese suficiente también veremos a Loki, al Barón Von Strucker, a
la agente Peggy Carter (se supone que en un flashback), a Heimdall y un
rumoreado Klaw. Ahí es nada.
Con tanto personaje paseándose por pantalla (no olvidemos,
por supuesto, el villano principal de la función: Ultrón), a uno le surge la
duda de si Joss Whedon será capaz de manejar con habilidad un argumento tan ambicioso.
Duda que podremos resolver en breve con el estreno del film el 31 de abril.
Por cierto, con “Los Vengadores. La era de Ultrón” concluye
la Fase II de Marvel, pero casi de inmediato se dará el pistoletazo de salida a
la Fase III con el estreno de “Ant-man”, o en la traducción patria: “El hombre
hormiga”. Entonces veremos a Henry Pym, Hope Van Dyne, Scott Lang y Chaqueta
Amarilla ejerciendo de villano. El universo Mavel sigue creciendo…
| Así luce Paul Rudd el traje de Ant-man |
(continuará…)



