Inicialmente iba a titular esta entrada "Breve historia de la música de cine", pero sonaba demasiado pretencioso viniendo de alguien que, además de no ser más que un mero aficionado, no tiene ni formación ni conocimientos sobre técnica o teoría musical. Así pues "Breve historia" se ha convertido finalmente en "Breve repaso".
También debería aquí hablar sobre la motivación para escribir este artículo, que vengo musitando desde hace ya tiempo. Lo que me ha llevado a escribirlo es mi reación al visionado de ciertas entradas en Youtube publicadas todas ellas bajo el título de "Las mejores bandas sonoras de la historia del cine" o variaciones similares del mismo. Todas esos videos pretenden ofrecer un compendio de, precisamente, las mejores bandas sonores de películas de todos los tiempos, e, invariablemente, la práctica totalidad de todas ellas acaban resultándome, como poco, decepcionantes. ¿Porqué? Ya sabemos que sobre gustos no hay nada escrito y yo nunca pondré ninguna pega a un artículo o video que empiece con algo como "MIS bandas sonoras favoritas" o "MIS películas favoritas" o "Los libros que más ME han gustado". Pero si alguien propone un título tan categórico como "Las ..... mejores de la historia de ....", pues yo y cualquier otro hijo de vecino tendremos derecho a discrepar.
En el caso particular de estas compilaciones de "la mejores bandas sonoras de la historia" que se pueden encontrar en Intenet, yo personalmente encuentro que caen con repetida frecuencia en los mismos errores y tópicos a la hora de seleccionar títulos que, se presupone, estan cualitativamente por encima del resto. A saber:
- Se obvian muchas veces a compositores capitales, por su importancia o influencia dentro de la historia de la banda sonora, en favor de otros más populares;
- Se cita repetidamente a aquellos compositores más populares y sus trabajos más conocidos, relegando otros trabajos no menos importantes a un segundo plano cuando no son simplemente ignorados;
- De entrada en muchas ocasiones se suele obviar a los clásicos, y de hecho en muchas de esas listas la composición más antigua citada rara vez se sitúa con anterioridad a los años 80;
- Se confunde muchas veces calidad con popularidad, y de hecho es fácil encontrar títulos que son citados porque en la banda sonora se incluye alguna canción que en su día fué extremadamente popular.
Por citar algunos ejemplos: he visto listas de las "mejores bandas sonoras" donde John Williams fácilmente copa 3 cuartas partes de la misma; no pretendo discutir la calidad de Williams pero sí la falta de ecuanimidad en elaborar ese listado. Nombres como los de Hans Zimmer, James Horner o el citado Williams son los compositores más mencionados, mientras que otros de calidad equiparale e incluso superior como Alex North, Miklos Rozsa o George Delerue rara vez aparecen citados. Ennio Morricone tiene una carrera mucho más extensa e interesante más allá de sus, por otro lado legendarias, colaboracions en los spaguetti western de Sergio Leone, del mismo modo que Nino Rota ha compuesto muchas más cosas que el tema de "El Padrino". Me irrita bastante ver que "Titanic" de James Horner es su banda sonora más comentada, cuando ni siquiera está entre sus mejores trabajos y además debe su popularidad al pegajoso tema cantado por Celine Dion. Y lo mismo podría decirse del "Gladiator" de Hans Zimmer, que todo el mundo recuerda mas por el tema cantado y compuesto conjuntamente por Lisa Gerrard. Y podría seguir con otros muchos ejemplos similares.
Pero, ¿cuando es?:
El mejor momento para escuchar una banda sonora
Hay muchas maneras de aproximarse al mundo de la banda sonora. Nos hemos acostumbrado a escuchar música de cine en el sofá de nuestra casa con un buen equipo de música, mientras leemos o hacemos las labores del hogar, viajando en transporte público o incluso practicando ejercicio. Pero el mejor momento y el mejor lugar para escuchar una banda sonora es y será siempre... una sala de cine. La banda sonora surge de la necesidad de acompañar la imágenes de un film y, por lo tanto, desprovista del contexto que aportan esas imágenes y la historia que explican, la escucha de la música cine pierde parte de su sentido.
Hay también muchas maneras de componer para el cine, que surgen de la formación, las influencias y las sensibilidades de cada compositor. Hay quien prefiere una aproximación más sutil, que la música se perciba como algo al fondo de la imagen, mientras que otros compositores tienden a la grandilocuencia y dotan de mayor protagonismo a la música. Hay partituras que subrayan la acción de una manera casi enfática, mientras que otras ponen el foco en una aproximación más psicológica, traduciendo emociones en notas y ritmos musicales. Hay compositores que tienden al exceso, a poner melodia a casi cada una de las escenas de un film, mientras que otros prefieren optar por el "menos es más" y hacer que la música suene en el film solo cuando es extrictamente necesaria para reforzar o potenciar lo que muestras las imágenes. La electrónica, el jazz o la música folclórica se fusionan muchas veces con la música clasica a la hora de buscar la mejor aproximación a una determinada imagen o escena, pero en cualquier caso, sea cual sea la aproximación sonora decidida por el compositor, el objetivo de la banda sonora es ponerse al servicio de la imagen, para enfatizarla, para subrayarla, para acompañarla o simplemente para decorarla.
Llegados a este punto, antes de elaborar una lista personal de los compositores o las bandas sonoras que en mi opinión deberían figurar en cualquier listado de las mejores composiciones originales para el cine, sí que me gustaría poner algo de contexto elaborando un:
Breve repaso a la historia de la banda sonora
La música siempre ha estado presente en la salas de cine, incluso antes de la aparición del cine sonoro. Era bastante habitual que las proyecciones cinematográficas hasta 1927 (año del estreno de "El cantor de Jazz", primer film sonoro) estuviesen acompañadas de música interpretada en directo, generalmente un piano o una pianola.
Con la incorpación del sonido al cine se abre sin duda un mundo de posibilidades, y los primeros en aprovecharlas son los films musicales, al incorporar canciones y números de baile a la trama. En el cine mudo el acompañamiento musical se utilizaba para reforzar el dramatismo de las imágenes y subrallar la acción, así pues surge la necesidad de buscar el mismo efecto en los nuevos films hablados. Inicialmente en muchas películas se utilizó música preexistente, generalmente música clásica; recordado es, por ejemplo, la utilización del "Lago de los cisnes" de Tchaikovsky en el "Drácula" de Tod Browning en 1931. Pero no tardará mucho en surgir la idea de componer una música, una banda sonora, expresamente para acompañar las imágenes de una película.
Es aquí, a mediados de los años 30, cuando aterrizan en Hollywood un grupo de compositores mayormente centroeuropeos para definir la música de cine tal como la conocemos hoy en día. Estos compositores fueron los austriacos Max Steiner y Erich Wolfgang Korngold, el alemán Franx Waxman, el ruso Dimitri Tiomkin, el hungaro Miklos Rozsa y el polaco Bronislau Kaper, a los que poco después se sumarán los estadounidenses Alfred Newman y Victor Young. Este grupo, con Steiner y Korngold como avanzadilla, fuertemente marcados por la influencia del romanticismo aleman, con Mahler, Richard Srauss y, sobretodo, Wagner a la cabeza, van a definir las premisas sobre las cuales se va a construir cualquier banda sonora a partir de entonces, premisas que hoy en día siguen vigentes. Y principalmente estas son, por un lado, la concepción operistica de la banda sonora, esto es: la música de cine tiene un hilo narrativo y por lo tanto una obertura, un desarrollo y un final; por otro lado, y quizás más importante, la incorporación del leivmotiv como parte vertebradora de una banda sonora. Un leivmotiv no es sino un tema musical completamente desarrollado que identifica a un personaje, una localización o una emoción (el clásico "tema de amor"). Bandas sonoras como "King Kong" (Steiner, 1933) o "Robin de los bosques" (Korngold, 1938) son una buena muestra de ello.
Otra caracteristica fundamental de las bandas sonoras en los años 30 y 40 son el uso de la orquesta sinfónica en pleno. Sin embargo ya en los años 40 se comenzarán a percibir las primeras innovaciones en el terreno musical. Por un lado la incorporación de instrumentos electrónicos como el theremin o las ondas Martenot, que escucharemos por primera vez en títulos como "Recuerda" (Miklos Rozsa, 1945) o "Ultimatum a la Tierra" (Bernard Herrmann, 1951). De echo, la irrupción de Herrmann en el panorama cinematográfico musical de la mano del no menos genial Orson Welles en "Ciudadano Kane" (1941), supone todo un soplo de aire fresco al aportar nuevos conceptos e ideas musicales. Por un lado revolucionará el panorama de la orquestación clásica con ideas tan radicales como componer una banda sonora integramente con violines, violas y chelos, y prescinciendo de vientos, metales, piano o percursión ("Psicosis", 1960), o utilizar un silbido humano como un instrumento más de la orquesta ("Nervios rotos", 1968). Sin embargo quizás la aportación las importante de Herrmann es la de prescindir del uso del leivmotiv para sustituirlo por el "motivo" musical, que no es un tema completamente desarrollado, sino un conjunto de notas que buscan proyectar una determinada textura musical que generalmente va asociada a una emoción o un rasgo psicológico.
Los años 50 y 60 son sin duda uno de los periodos más fertiles de la historia de la banda sonora: se van a incorporar nuevas tonalidades, nuevos estilos, nuevas texturas musicales alejadas ya de la música clásica. La influencia del jazz, el pop, el folk se va hacer notar en el panorama musical cinematográfico, pero también la inflencia de las vanguardias musicales europeas (Schoenberg, Penderecki, Stravinsky, Ligeti...), la música atonal, el impresionismo musical, con Debussy como principal referente, los llamados compositores nacionalistas (Dvorak, Grieg, Granados, Falla...)... Así pues en un panorama tan rico y cambiante podremos escuchar los primeros acordes de jazz en una banda sonora de la mano de compositores como Alex North en títulos como "Un tranvía llamado deseo" (1951), cuya música fué considerada obscena y escandalosa en el momento de su estreno.
Elmer Bernstein traerá la influencia de Aaron Coppland a través de género musical denominado americana, en títulos seminales como "Los 7 Magníficos" (1960), que redefinirán la música para western.
De la mano de Henry Mancini escucharemos ritmos de cha-cha-chá, tango, bossanova o rockabilly en muchos de sus trabajos cinematográficos para Blake Edwards. John Barry nos traerá las influencias de la música pop bitánica en sus composicions para la saga 007 o en títulos como "The Knack y como conseguirlo" (1965). Y ya para rizar el rizo, auténcios enfants terribles de la música como Jerry Goldsmith, Jerry Fielding o Leonard Rosenman continuarán experimentando con la orquestación, la tonalidad o la textura musical incorporando influencias tan diversas como el folk, la música atonal o la musica folclórica de casi cualquier parte del mundo.
Los años 60, al margen de la aparición de nuevas tendencias experimentales, es también la década en que la música de cine comienza a popularizarse. Y buena parte de culpa la tiene Henry Mancini. Mancini no solo incorporaba en sus bandas sonoras tendencias musicales harto populares, sino que además concebía que la experiencia de escuchar una banda sonora en casa en un vinilo debía ser completamente diferente de escucharla en el cine. De ahí que marcase una nueva tendencia al regrabar los títulos en los que trabajaba, introduciendo cambios sutiles en el tempo e incluso en la orquestación, todo ello con el objetivo de hacer más "agradable" la escucha de una banda sonora fuera del contexto de una sala de cine.
Los años 70 son una epoca particularmente activa en cuanto a creación e innovación de la música cinematográfica. Compositores como Jerry Goldsmith, Nino Rota, George Delerue o Ennio Morricone van a regalarnos algunos de los mejores trabajos de sus respectivas carreras durante esta década. Sin embargo, aunque veníamos de años de experimentación e incorporación de nuevos estilos y texturas musicales, un compositor va a marcar un triunfal back to basis, una recuperación de cierto clasiscismo en la manera de entender la música de cine. Nos referimos, naturalmente, a John Williams, que si bien se había marcado algunas bandas sonoras bastante experimentales en su breve asociación con Robert Altman ("Images" en 1972 y "El largo adios" en 1973), será cuando conozca a George Lucas y Steven Spielberg cuando su estino eclosionará hacia un nuevo sinfonismo que recupera el clasicismo y la epicidad de Erich Wolfganag Korngold, y que ejercerá una enorme influencia en compositores posteriores como Alan Silvestri o James Horner, influencia que sigue notándose aún hoy en dia en nuevas generaciones de músicos que componen para el cine. El estreno en 1977 de "Star Wars" fue aclaparador, y su popularidad se extendió también a su banda sonora, que batió records de ventas en su día y sigue siendo una de las más vendidas de la historia.
Pero llegamos a los 80 y nos econtraremos con fenómenos musicales que también van a tener su reflejo en la música cinematográfica: el pop y la música electrónica. El auge de la música pop va a propiciar que muchas películas se inunden de canciones, muchas veces compuestas expresamente para el film, y cuya inclusión en el vinilo o CD va a facilitar la comercialización del mismo. Tristemente hoy se recuerda más la canción de Ray Parker Jr. para "Cazafantasmas" que no la inspirada partitura de Elmer Bernstein, o el tema de Cindy Lauper para "Los Goonies" que no la banda sonora compuesta por Dave Grusin. En algunos casos se contrata a un grupo o cantante famoso para componer, casi integramente, la banda sonora de un film. Es el caso, por ejemplo, de Alan Parsons, que colabora con Andrew Powell en la partitura de "Lady Halcón" (1985; los temas de Alan Parsons son, de largo, lo más discutible de esta colaboración) o los trabajos del grupo de rock Queen en "Flash Gordon" (1980) junto a Howard Blake o "Los inmortales" (1986) en colaboración con Michael Kamen; en ambos casos Queen se encarga de las canciones que se escuchan en ambas películas, mientras que Blake y Kamen hacen lo propio con la música incidental respectivamente.
Por otro lado el auge de la música electrónica va hacer que algunos compositores se lanzen de lleno a experimentar con los sintetizadores. Sin duda alguna Jerry Goldsmith es uno de los compositores que más ha abogado por ampliar los límites de la orquesta tradicional incoporando los sintetizadores a la misma, e incluso llegando a componer algunos de sus trabajos únicamente con sintetizadores. Bernstein incorporó las Ondas Martenot como parte habitual de su orquestación tras su descubrimiento en el film "Heavy Metal" (1981), y también compositores como Maurice Jarre o Ennio Morricone no han puesto reparos a la hora de incorporar sintentizadores en sus trabajos para el cine.
Al margen de que compositores "clasicos" hagan sus pinitos en el terreno de los sintetizadores, serán otros compositores los que van a hacer las aportaciones más significativas en cuanto a la incorporación de la electrónica en la música de cine. Son los casos de Giorgo Moroder ("El expreso de medianoche, 1978), Vangelis ("Carros de fuego", 1981), Wendy Carlos ("Tron", 1982) o Tangerine Dream ("Risky Business", 1983)
En los 80, de forma paralela al auge de la música electrónica en el cine, también seremos testigos de la irrupcción del minimalismo musical de la mano de compositores como Michel Nyman ("El contrato del dibujante", 1982) o Philip Glass ("Koyaanisqatsi", 1982).
Si los años 70 y los 80 están dominados por la influncia del sinfonismo de John Williams y de la experimentación orquestal de Jerry Goldsmith, el princpial referente en la década de los 90 es sin duda el aleman Hans Zimmer, que se da a conocer en títulos como "Rain Man" (1989), "Dias de trueno" (1990) o "Thelma y Louise" (1991), y que alcanza el éxito con "El rey león" (1994) y "Gladiator" (2000). La música de Zimmer se caracteriza por la integración de la música electrónica y los arreglos sinfónico-orquestales, por la preponderancia del ritmo por encima de la melodia, la renuncia al uso del leivmotiv y la busqueda de nuevas texturas musicales, y su influencia se hará notar en compositores como Klaus Badelt, Marc Mancina, Tyler Bates, Brian Tyler o Ramin Djwadi.
Si nos vamos ya a la época atual, dos son, a mi entender, la grandes corrientes musicales que marcan tendencia en el terreno de la composición cinematográfica: tenemos, por un lado, la reafirmación del sinfonismo tradicional en la banda sonora, tendencia cuyos máximos valedores en la actualidad, y en mi opinión los compositores más inquietos, versátiles y creativos, serían por un lado el americano Michael Giacchino, y por otro la triada de compositores franceses Philippe Rombi, Bruno Coulais y, muy especialmente, Alexandre Desplat.
Por otro lado tenemos un interesantísmo grupo de compositores provenientes del rock alternativo, el post-punk o el rock industrial, como serían los casos del cantautor australiano Nick Cave (que compuso las bandas sonoras de "El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford" en 2007, "La carretera" en 2009 o "Comancheria" en 2016), Trent Reznor (lider de la banda Nine Inch Nails, y que ha compuesto en colaboración con Atticus Ross títulos como "La red social" en 2010, "Soul" y "Mank" en 2020 o "Hasta los huesos" en 2022), Jonny Greenwood (integrante del grupo Radiohead y que ha puesto música a films como "Pozos de ambición" en 2007, "The Master" en 2012, "El hilo invisible" en 2017 o "El poder del perro" en 2021) o el duo francés de DJ's Daft Punk (que compusieron la banda sonora de "Tron: Legaxy" en 2010). Este grupo de compositores están haciendo aportaciones frescas e interesantísimas en el mundo de banda sonora, alejándose de las sonoridades y composiciones tradicionales, tanto en el terreno de la orquestación como en el de la creación melódica, y apostando por el riesgo y la innovación tanto estilistica como instrumental.
Y llegados a este punto, habiendo hecho un breve, brevísimo, inevitablemente incompleto y necesariamente superficial (el espacio no da para más), repaso de la historia de la música de cine, como siguiente paso se impone elaborar:
Una lista de 20 títulos imprescincibles de la historia del cine
¡Ojo! No estoy diciendo aquí que sean estas las mejores bandas sonoras de la historia, ni tampoco las mejores de sus respectivos compositores, pero sí son titulos que creo es necesario conocer para entender la evolución de la composición cinematográfica a lo largo de la historia del cine:
- "King Kong", Max Steiner, 1933
- "La novia de Frankenstein", Franz Waxman, 1935
- "El capitán Blood", Erich Wolfgang Korngold, 1935
- "Lo que el viento se llevó", Max Steiner, 1939
- "Ciudadano Kane", Bernard Herrmann, 1941
- "Un tranvia llamado deseo", Alex North, 1951
- "Ben-hur", Miklos Rozsa, 1959
- "Los 7 magníficos", Elmer Bernstein, 1960
- "Psicosis", Bernard Herrmann, 1960
- "Lawrence de Arabia", Maurice Jarre, 1962
- "007 contra el dr. No", John Barry, 1962
- "La pantera Rosa", Henry Mancini, 1963
- "Los paraguas de Cherburgo", 1964
- "El planeta de los simios", Jerry Goldsmith, 1968
- "La profecia", Jerry Goldsmith, 1976
- "Star Wars", John Williams, 1977
- "Blade Runner", Vangelis, 1982
- "Tron", Wendy Carlos, 1982
- "Gladiator", Hans Zimmer, 2000
- "La red social", Trent Reznor y Atticus Ross, 2011
Y una vez plantados los cimientos de una lista primorcial, toca ahora elaborar:
Una lista muy personal de mis 50 mejores bandas sonoras de la historia del cine
Como digo es un listado completamente subjetivo, basado en criterios puramente personales. Son títulos que me emocionan, me conmueven, me transportan. Soy consciente de que dejo fuera títulos importantes, pero he intentado dar cabida en este listado a todo tipo de compositores, a todo tipo de estilos, a epocas muy diversas, desde casi los inicios del cine sonoro a la actualidad. Pero también son títulos que creo que deberían tenerse en cuenta a la hora de elaborar una lista de las mejores bandas sonoras de todos los tiempos. No he elaborado esta lista basándome en criterios de popularidad, ni tampoco por la influencia de los títulos escogidos. No he buscado expresamente evitar el tópico o la obviedad, pero posiblemente más de uno se sorprenda ante mi (sincera) preferencia de algún título menos conocido, o icluso calificado de "menor", de determinados autores. Con esta lista no pretendo complacer a nadie, pero sí dar a cabida a muchos grandes compositores que son frecuentemente ignorados, y al mismo resaltar los trabajos que yo considero más destacados de sus respectivas filmografías, aún por encima de otros que gozan de más popularidad:
- "Vertigo" (1958), "Fascinación" (1976) y "Taxi Driver" (1976) de Bernard Herrmann
- "Chinatown" (1974), "Alien" (1979) y "Legend" (1985) de Jerry Goldsmith
- "Las brujas de Eastwick" (1987) y "El turista accidental" (1988) y "La lista de Schindler" (1993) de John Williams
- "Espartaco" (1960) y "El dragón del lago de fuego" (1981) de Alex North
- "Horizontes de grandeza" (1958) de Jerome Moross
- "Matar a un rusiseñor" (1962) y "Heavy Metal" (1981) de Elmer Bernstein
- "La vida privada de Sherlock Holmes" (1970) y "Providence" (1978) de Miklos Rozsa
- "El león en invierno" (1968) y "Fuego en el cuerpo" (1981) de John Barry
- "Un hombre para la eternidad" (1966) de George Delerue
- "El mensajero" (1971) de Michel Legrand
- "La heredera" (1949) de Aaron Coppland
- "Los 4 jinetes del Apocalipse" (1962) de Andre Previn
- "Lawrence de Arabia" (1962) y "Doctor Zhivago" (1965) de Maurice Jarre
- "Romeo y Julieta" (1968) y "El Casanova de Fellini" (1976) de Nino Rota
- "Novecento" (1976) y "Dias del cielo" (1978) de Ennio Morricone
- "Conan el Barbaro" (1982) de Basil Poledouris
- "Oz, un mundo fantástico" (1985) de David Shire
- "Los ultimos juegos prohibidos" (1971) de Jerry Fielding
- "Odio en las entrañas" (1970) de Henry Mancini
- "Cristal Oscuro" (1982) de Trevor Jones
- "El rapto de Bunny Lake" (1965) de Paul Glass
- "El hombre elefante" (1980) de John Morris
- "Eduardo Manostijeras" (1990) de Danny Elfman
- "Lejos del mundanal runido" (1967) de Richard Rodney Beneett
- "El cartero siempre llama 2 veces" (1981) de Michael Small
- "Tess" (1979) de Phillipe Sarde
- "Tom Jones" (1963) de John Addison
- "La princesa Mononoke" (1997) de Joe Hisahisi
- "Krull" (1983) y "Leyendas de pasión" (1994) de James Horner
- "Ran" (1985) de Toru Takemisu
- "El bosque" (2004) de James Newton Howard
- "El señor de los anillos" (2001, 2002, 2003) de Howard Shore
- "El arbol de la vida" (2011) de Alexandre Desplat
- "Interestellar" (2011) de Hans Zimmer
Si has llegado al final de este artículo y has escuchado todos los clips incluidos, te felicito. Espero que hayas disfrutado tanto leyéndolo como yo escribiéndolo.
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