domingo, 29 de mayo de 2016

NO MAS SUPERS

No hace mucho Steven Spielberg, ante la cada vez mayor presencia de los superhérores en las salas cinematográficas, se atrevía a vaticinar el futuro declive de dicho género a raíz de lo que él consideraba una sobresaturación del mismo. Vistas las recaudaciones que este tipo de films están amasando en taquilla bien podríamos decir que ese declive está, de momento, muy lejos de producirse.

Pero una cosa es que esas películas funcionen muy bien económicamente, y otra muy distinta es que nos estén ofreciendo obras con un mínimo de interés. Las pautas, tanto estilísticas como argumentales o narrativas, de este tipo de películas no vienen marcadas hoy dia por los creadores, guionistas y/o directores, involucrados en las mismas, sino más bien por los mandamases de los grandes estudios que las producen, preocupados únicamente por la rentabilidad comercial de los productos que exhiben en las salas cinematográficas. En el caso concreto de Marvel Studios poco importa que sean los hermanos Russo, Josh Wedon, Kenneth Branagh o Peyton Reed quienes estén detrás de las cámaras, cuando en realidad quién está tomando las decisiones sobre cómo debe lucir el film o los derroteros que debe seguir la historia no es otro que el todopoderoso Kevin Feige.

Feige ha intentando trasladar el concepto de 'universo Marvel' a la gran pantalla, y no negaré que lo ha hecho con bstante acierto. Este sentido todos y cada uno de los films producidos por Marvel Studios, y que engloban mayormente la franquicia de los Vengadores, están concebidos como si fuesen episodios de una misma serie televisiva, solo que con muchísimos más medios económicos y técnicos. Incluso las producciones hechas directamente para la pequeña pantalla ("Agentes de S.H.I.E.L.D.", "Agente Carter"...) mantienen una clara cohesión con lo que se muestra y explica en sus llamémosles 'hermanas mayores'. Tan solo las producciones de Netflix ("Daredevil" y "Jessica Jones" hasta la fecha, a la espera del inminente estreno de "Luke Cage" y "Puño de hierro") se mantienen más al margen, aunque ocasionalmente dejan caer alguna velada referencia a los acontecimientos narrados en la franquicia cinematográfica. Curiosamente esta intencionada distancia es precisamente lo que más ha beneficiado a estas producciones televisivas, pues les ha permitido asumir mayores riesgos argumentales y ofrecer un producto más maduro, sofisticado e interesante, cosa que no se puede aplicar a la cada vez más mediocre "Agentes de S.H.I.E.L.D." o a "Agente Carter", que no pasa de simpática.

Tampoco los productos que, en el caso de Marvel, escapan al control de Marvel Studios y Kevin Feige, salen mejor parados. En el caso de Sony la trayectoria de "Spider-man" ha ido de mal en peor desde el abandono de Sam Raimi en las labores de dirección. Y los mutantes de la Fox tampoco levantan cabeza en manos del cada vez más perdido Brian Synger. De los "4 Fantásticos" mejor no hablar; tal solo diré que la versión de Josh Trank casi hace buena la de Tim Story.

Sin embargo los superhérores continúan funcionando muy bien económicamente, tanto en la gran pantalla como en televisión, así que es de suponer que vamos a tener peliculas de gnerero superheroico para mucho, mucho tiempo. Ahora bien: ¿no está llegando el mercado a un punto de saturación que puede llegar a provocar una cierta sensación de cansancio en el espectador? Es evidente que en el fandom más acerrimo, que demanda constantemente más películas de este tipo, no parece que vaya a producirse esa sensación de saturación. Sin embargo no podemos pasar por alto el echo de que tan solo en esta primera mitad del año vamos a ver 5 películas de este género: "Deadpool", "Batman v Superman", "Capitán América: Civil War", "X-Men. Apocalipsis" y "El escuadron suicida" (que se estrena este verano), quedando "Doctor Extraño" para la temporada navideña, coincidiendo más o menos con el estreno televisivo de "Luke Cage" (para el otoño) y quizás nuevas temporadas de "The Flash", "Legends of tomorrow" y "Supergirl". ¿Demasiados superhéroes? En mi opinión, un rotundo SÍ.

Digo que son demasiados no solo porque se estrenan de manera muy seguida, sin apenas dar respiro al espectador par analizarlos con calma, sino porque salvo muy pocas excepciones ninguna de estas películas está ofreciendo una mirada personal, novedosa u original del concepto superheroico. Pocas de estas películas tienen un verdadero sello autoral, sino que más bien están concebidas como meros productos de marketing pensados para arrasar en las taquillas. Y precisamente cuando algunas de estas películas se atraven a arriesgar, a saltarse los preceptos de lo que algunos consideran un sacrosanto canon que no debería alterarse ni tomarse a la ligera, el fandom les de la espalda y la crítica se ceba con ellas de una manera harto injusta.

Haciendo un repaso rápido y somero de lo que para mí representa el género podría decir que:

- El "Superman. The Movie" (1978) de Richard Donner sigue siendo para mí la mejor película de superhéroes de toda la historia del cine; también tiene la mejor banda sonora (John Williams) que nunca se haya compuesto par una película de este género;
- "Los Vengadores" de Josh Wedon (2012) me parece, junto con su director, la más sobrevalorada de todas;
- "Batman Returns" de Tim Burton (1992) es la mirada más personal que el cine ha ofrecido nunca sobre un personaje del universo superheroico;
- Christopher Nolan (trilogía "Batman") y Zack Snyder ("Man of steel", 2013, y "Batman v Superman. Dawn of Justice", 2016), son los únicos directores que, en la actualidad, puede reclamar el título de 'autores' en cuanto a la realización de films de superhéroes;
- "Los guardianes de la galaxia" (James Gunn, 2014) es la mejor película Marvel hasta la fecha, y la más divertida;
- "Daredevil" y "Jessica Jones" no solo son las mejores series de televisión sobre superhérores, sino que son muy superiores a la mayoría de las producciones cinematográficas que se estrenan en salas comerciales; en mi opinión le dan sopa con hondas a mediocridades como "S.H.I.E.L.D", "Legend of tomorrow", el Spider-man de Sam Webb, el Iron-Man de Jon Favreau, los 4 Fantásticos o las últimas incursiones de Brian Synger en el género;
- Los "4 Fantásticos" del prometedor Josh Trank es la mayor decepción que ha dado el género;
- Los "4 Fantásticos" de Tim Story tiene el peor casting posible dentro del género;
- Henry Carvill es quién mejor ha lucido unas mallas de superhéroe; le seguirían Chris Evans y Chris Hemsworth... aunque sus mayas no eran tan ajustadas;
- Heath Ledger ha interpretado al mejor villano que ha dado el género... al menos hasta que veamos el trabajo de Jared Leto en "El escuadrón suicida";
- Nicolas Cage no ha nacido para interpretar ningún superhéroe, por mucho que insita en calzarse unas mallas;
- A Benedict Cumberbach y Tom Hidleston deberían darles una peli para que trabajasen juntos;
- La mayor o menor fidelidad al comic original no debería ser un criterio para valorar la calidad de una adaptación; desde mi punto de vista lo importante es que la historia y los personajes funcionen en su propio contexto cinematográfico.

Que conste que esto no son verdades, son tan solo opiniones, que podrán ser compartidas o no por muchos de los que lean este artículo.

¿Y qué es lo que nos ha ofrecido el género recientemente? En mi opinión más bien poco digno de recuerdo. En pasados artículos ya analice los mitos de Superman y Batman a partir del estreno de "Batman v Superman. El amanecer de la justicia" (podeís leerlos aquí, aquí y aquí), así que me centraré ahora en otros recientes estrenos que adaptan sendos personajes del universo Marvel.

DEADPOOL:

Estrenada en los primeros meses del año, y precedida de una machacona campaña viral que insistía en la clasificación R del film, al final lo que nos ofrece "Deadpool" es mucho ruido y poca nueces. Y nunca mejor dicho. Mucho ruido porque es un film violento, grosero, zafio y que hace gala de un humor vulgar. La última película de Tim Miller es un film que pretende ser innovador solo por el hecho de mostrar una violencia de forma mucho más cruda y explícita de lo que suele ser habitual en este tipo de films, y por incluir toda una retahíla de palabras y expresiones malsonantes que no suelen escucharse en películas de este género.

Y pocas nueces porque pese a que han tratado de vendernos esta película como un film de superhérores para un público adulto, en realidad en realidad no deja de ser una película palomitera pensada para un público juvenil... pero descerebrado.

La madurez en el género no la aportan ni la violencia ni las palabrotas ni la sangre ni el humor grosero. La madurez, la inteligencia y la sofisticación la aportan un tratamiento más elaborado de las tramas y un dibujo más complejo de los personajes. Esa madurez puede explorarse en el Batman de Christopher Nolan o en el "Watchmen" de Zack Snyder, pero no en una tontería como este "Deadpool" de Tim Miller. Se agradecen los toques de humor negro, pero al final la película tiene la misma gracia que un chiste verde.

En resumidas cuentas: ¿Lo mejor? El carisma de Ryan Reynolds, que se lo pasa en grande interpretando de manera totalmente desprejuiciada a Wade Wilson. ¿Lo peor? Que algunos confundan con 'innovación' el mostrar la sangre de manera más explícita o el incluir un mayor número de palabras malsonantes.

CAPITÁN AMÉRICA. CIVIL WAR:


Para muchos "Capitán América. El soldado de invierno" es la mejor película de Marvel Studios. Quizás sea la más ambiciosa y madura en cuanto a sus intenciones, y quizás aporte algo más de complejidad en su tratamiento que el resto de las franquicias de Vengadores, Thor o Iron-man. Cierto es que los hermanos Ruso no escatimaron riesgos a la hora de ofrecer una relectura de la guerra fría, en la cual el mal no está representado por un villano megalomaníaco (llámese Loki, Magneto o Doctor Muerte), sino por una organización que buscar subvertir los cimientos de la sociedad moderna inflitrándose en el poder político para hacerlo caer desde dentro y así imponer su propio y retorcido ideario. No podemos obviar el hecho de que las intenciones de Hydra, organización criminal nacida en los comics del Capitán América como evolución y degeneración del nazismo, no son otras que destruir la democracia occidental e imponer un estado totalitario sin otro fin que salvar a la humanidad de si misma, una humanidad que Hydra considera envilecida y comrrompida por los vicios del capitalismo, la libertad de expresión y la sociedad moderna.

Los Ruso son concientes del caracter simbólico de un personaje como el Capitán América, y lo explotan idelógicamente en su enfrentamiento con Hydra. Si embargo cualquier metáfora sociopolítica presente en aquel "Soldado de invierno" cede en este su segundo acercamiento al personaje al mero espectáculo muscular y adrenalítico. "Civil War" es un film bien construído, bien filmado, e incluso bien interpretado (tengamos en cuenta que no es Shakespeare, pero cuenta con un puñado de actores entregados y de contrastada solvencia). "Civil War" podría haber explorado desde muy diferentes prismas los aspectos morales, sociales y políticos que implica el hecho de permitir o no que un grupo de seres superpoderosos campen a sus anchas ejerciendo a veces de jueces y jurados. Pero la forma en como los hermanos Ruso abordan en esta ocasión esas temáticas más espinosas es tímida y fugaz, y la final terminan por someterse a los dictámentes de lo que se supone debe ser un blockbuster al uso, ofreciéndonos un puñado de escenas de lucha, todo hay que decirlo, extraordinariamente bien coreografiadas, al servicio de un espectáculo sin otro fin que arrasar (de nuevo) en taquilla. "Capitan América. Civil War" bascula alrederor del enfrentamiento entre dos grupos diferentes de personajes que se suponen están en el mismo bando idelógico (el de los buenos), pero en cualquier caso ese enfrentamiento, que se pretende idelógico, no es más que una excusa para hacer que esos personajes se peleen entre sí, y así cumplir con una de las tradiciones más antiguals del universo Marvel, en el cual a veces los héroes se enfrentan entre sí (por los más diversos motivos), solo para al final reconciliarse y colaborar un unidos contra una amenaza común.

En resumidas cuentas: ¿Lo mejor? La agilidad y el dinamismo que muestran los hermanos Ruso detrás de las cámaras ¿Lo peor? Que pese a todo los Ruso se hayan domesticado y sometido a los dictámentes del mandamás Kevin Feige, ofreciendo un producto tan entretenido como carente de alma.

X-MEN. APOCALIPSIS:


Brian Synger arrancó con buen pié en la franquicia mutante, y lo hizo aún mejor si cabe en su segunda entrega, en la cual llevó un poco más lejos la metáfora sociopolítica que exponía en su primera entrega. Si tomamos a los mutantes como una alegoría de las minorías sociales en el mundo moderno, la posición política que representaban Xavier y Magneto en el primer film podría equipararse a las de unos modernos Martin Luther King y Malcom X respectivamente. La secuela del primer film exploraba como ese posicionamiento ejercia una influencia doctrinal en las posturas que tomaban dos de los alumnos de la escuela, que no casualmente eran Pyro y Iceman. Brett Rartner, desafortunadamente, optó por obviar cualquier itención alegórica en su acercamiento al universo mutante, pero tampoco se puede decir que Synger haya hecho muchos esfuerzos por retomar tan interesante lectura en su retorno a la franquicia. "Dias del futuro pasado" pretendia ser un ejercicio de concreción en el que Synger intentó, infructuosamente, poner orden aunando las diferentes corrientes temporales establecidas en el universo de los X-men: la que el mismo expuso en el film inaugural, la que surgió a partir de los films centrados en Lobezno, y la que abrió Matthew Vaughn en "First Class". El resultado fué un film caótico, con demasidos personajes en pantalla y poco espacio para desarrollarlos, y que se centraba en exceso en el protagonismo de la ascendente Jennifer Lawrence y el muy popular Hugh Jackman. Más allá del festival de efectos especiales lo más simpático del film residia en la estética setentera que exhibian algunos de sus protagonistas.

Synger vuelve ahora a la franquicia con "Apocalipsis", esta vez ambientada en la década de los 80, y lo hace con un casting renovado y con la excusa de que la resolución del film anterior (en base a una muy forzada parádoja temporal) le da la excusa para hacer una suerte de reboot encubierto. No son pocos los errores que acumula esta última entrega, y que ponen en evicencia que Synger está ya agotado para la franquicia y debería ceder el testigo a otro director con ideas más frescas. Para empezar el film otorga un excesivo protagonismo a Mistica en detrimendo de otros personajes (no en vano está interpretada por la oscarizada Jennifer Lawrence, que no oculta cierto hartazgo hacia su personaje). Tampoco es que el resto del reparto destaque en exceso, con la excepción de los siempre solventes Michael Fassbender y James McAvoy: Sofie Turner carece el carisma de Fanke Jansen, pero el resto de sus compañeros de reparto (Tye Seridan, Kodi Smith McPee, Ben Hardy...) son simplemente insulsos. Oscar Issac es un buen actor, pero su trabajo queda sepultado bajo toneladas de un poco acertado maquillaje.

Anadamosle además un guión torpe y apresurado, una banda sonora enfática y carente de imaginación, y el poco imaginativo trabajo de Synger detrás de las cámaras, que se limita a repetir algunos de los discutibles aciertos de la anterior "Dias del futuro pasado": la escena de Pietro Maximoff corriendo a cámara lenta podría hacer gracia la primera vez, pero una segunda resulta redundante y tediosa. Y mención especial merece la gratuita aparición de Lobezno en la trama, espoileada ya desde el segundo trailer e insertada con calzador solo para satisfacer el hambre de cierto sector del fandom que solo quiere ver a Lobezno en acción. Al final "X-Men. Apocalipsis" es un film tedioso, aburrido y carente de ritmo.

En resumidas cuentas: ¿Lo mejor? Michael Fassbender y James McAvoy, capaces de insuflar vida a personajes un tanto endebles en su caracterización. ¿Lo peor? El agotamiento del que hace gala Brian Synger detrás de las cámaras, incapaz de dotar de interés a la historia.

En fin, que en cualquier caso los superhéroes han venido para inundar nuestras pantallas, pequeñas y grandes, y parecen que se van a quedar aquí durante mucho tiempo. Esperemos que entre tanta oferta nos llegue de vez en cuando algún que otro film con capacidad para soprendernos y/o emocionarnos. Yo, de momento, confio (solo) en los showrunners de Netflix.

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