domingo, 3 de abril de 2016

MITOS y (SUPER)HOMBRES (3ª parte)

(continúa de...)

El último film de Zack Snyder viene precedido de una agresiva (y a mi entender, injusta) campaña de desprestigio, promovida no tanto por la crítica especializada como por el fandom más intransigente. La mayoría de las críticas se centran en restar valor al film por el hecho de alejarse, incluso en algún aspecto traicionar, la visión canónica de los personajes que trata.

En más de una ocasión he defendido el hecho de que la adaptación de un libro o un cómic a veces tiene que introducir cambios necesarios con respecto a la obra original, pues elementos que pueden funcionar muy bien en un medio expresivo como es el dibujo impreso o la palabra escrita, no tienen porque funcionar igual en su traslación a imagen real. También en más de una ocasión he criticado la actitud de cierto sector talibán del fandom que reniegan por completo de toda aquella adaptación que se aparta de SU visión personal de la obra (comic, libro, serie de TV...) que había hecho suya. No perdamos de vista un hecho: las adaptaciones cinematográficas de comics de superhéroes no están hechas únicamente para contentar a aquel sector de los lectores que han leído el comic, sino que tratan de llegar a un público potencialmente mucho más amplio, la mayoría del cual posiblemente no conozca no ya la historia detrás de cada uno de los personajes que aparecen en la película, sino los mismos personajes. Por último hay otro punto que me gustaría pone de relieve: precisamente en la industria del cómic de superhéroes norteamericano, personajes clásicos como Superman, Spider-man, Batman o los 4 Fantásticos han pasado por las manos de muchos autores, guionistas y dibujantes, cada uno de los cuales ha ofrecido su particular versión de esos personajes, muchas veces en clara contradición con las aportaciones de los autores que les han precedido. Así pues: ¿porqué deberíamos negarle a un guionista como David S. Goyer y a un director como Zack Snyder la oportunidad de presentar su particular visión de esos mismos personajes?

Dicho esto, no pretendo decir que "Batman v Superman. El amancer de la justicia" sea una película redonda, ni mucho menos. Tiene serias lagunas de guion y algunos fallos de montaje garrafales, pero no es mi mucho menos el desastre que algunos blogueros y aficionados (Kevin Smith entre otros) trantan de convencernos que es. Es cierto que la visión que el film ofrece de los personajes se aparta por completo que las versiones clásicas de sus homónimos del cómic; es posible que los referentes de que se han servido Snyder y Goyer para presentarnos su versión de los personajes no sean los mejor valorados por los fans y la crítica especializada. En cualquier caso ambos autores han tratado de ofrecer una versión muy personal de los personajes y la historia, que gustará más o menos, pero que hay que valorar por lo que és. Además, considero muy valiente por parte de ambos que hayan planteado este film como una secuela directar de "Man of steel", habida cuenta de la agria polémica que generó aquel film. Precisamente "Batman v Superman" arranca con una trepidante secuencia que recoger parte de los momentos finales del anterior film, aquellos en que la cruenta batalla entre Superman y Zodo provocan una destrucción masiva en la ciudad de Metrópolis, pero esta vez dicha batalla está vista desde otra perspectiva, a ras de suelo, la de la gente de la calle en general, la de las victimas de a pie, y precisamente dichas secuencias remiten a aquellas imágenes de la tragédia que vivió Nueva York con los atentados del 11-S. Snyder no reniega de su trabajo previo, pese a la críticas, lo cual es una muestra de coherencia y de valentía, y además se permite en ir más allá y analizar de nuevo el film anterior desde una óptica socio-política. Muchos le criticarán precisamente por atreverse a ofrecer una visión más oscura, más sobría, más 'realista' y crítica del universo superheroico, alejada por completo del universo más festivo y colorido que nos está regalando Marvel Studios. Como crítica me parece cerril y estúpida. ¿Porqué no ampliar la visión del concepto del superhéroe en el cine del mismo modo que se viene haciendo desde hace mucho en el mundo del cómic? No voy a valorar "Batman v Superman" por sus similitudes o sus diferencias con respecto al comic, porque me parece un posicionamiento pueril, vácuo, reduccionista e intransigente. Trataré de valorar el film por lo que és, por lo que nos  ofrece y lo que representa.

Pero por mucho que defienda la postura adoptada por Snyder y Goyer a la hora de presentar esta nueva entrega de las aventuras del Hombre de Acero y el Muerciélago de Gotham, eso no quiere decir que crea que "Batman v Superman" es un film redondo, porque no lo és. Es complejo, sofisticado, atrevido y arriesgado en su planteamiento; Snyder y Goyer son perfectamente conscientes de la dimensión mítica de los personajes que tratan, y no solo se permiten en su historia ofrecernos una reflexión acerca del poder y la necesidad de controlarlo (algo que se refleja en los diálogos que involucran a la senadora a la que da vida Holy Hunter), sino que tampoco desdeñan la lectura en clave teológica del personaje (aspecto que también se traduce gráficamente en algunas imágenes, como aquella en que rescatan el cuerpo sin vida de Superman y que remite de imediato al descenso del cuerpo de Cristo de la cruz en el Gólgota, en una composición cuasi-pictórica en la que Lois Lane ejercería de Maria Magdalena y Wonder Woman de Maria). Añado que a mí no me molesta que ofrezca una visión sobría y oscura de los personajes, siempre y cuando ésta sea coherente en el contexto que nos presenta el film, que en mi opinión sí lo es. Es espectacular es su puesta en escena, y el barroquismo al que nos tiene habituados Snyder, en perfecta sintonía con el director de fotografía Larry Fong, logra regalarnos imágenes de oscura y singular belleza. La banda sonora compuesta a cuatro manos por Hans Zimmer y Junkie XL es épica y trepidante, pero sabe cuando relajarse y ofrecer retazos de emoción (el tema principal asociado a Superman) o desasosiego (el más ocuro leiv-motiv asociado a Batman).

Sobre la initerpretación de los personajes habría que añadir no pocos matices: contra todo pronóstico es Ben Affleck quien sale mejor parado, regalándonos un Batman duro, obsesivo y desencantado, un personaje que busca expiar su culpa (quizás por la muerte de su antiguo compañero, Robin, tal como apunta una breve imagen del film) a través de la necesidad de impartir justicia; la elección de Affleck para encarnar a Batman fué muy cuestionada inicialmente, pero el actor sale francamente bien parado del reto de encarnarlo y (casi) hacernos olvidar el trabajo precedente de Christian Bale en los films de Christopher Nolan, tomando en esta ocasión como principal referente la versión que Frank Miller nos regaló del personaje en su aclamada "The Dark Knight Returns". Henry Carvill realiza una esforzada composición como el Hombre de Acero, y ni que decir tiene que en el aspecto físico su encarnación da sopa con hondas a cualquiera de las precedentes: nadie a lucido mejor que él las mallas de Superman; el problema es que en este film no tiene muchas oportunidades para el lucimiento interpretativo: si en "Man of Steel" teníamos a un Superman en lucha por aceptar su condición y su lugar en el mundo, en "Batman v Superman" no se nos ofrece la oportunidad de ver no ya a Superman, sino a Clark Kent; precismante en la dualidad entre Kent y Superman radicaba el gran trabajo interpretativo de Christopher Reeve en el film de Richard Donner, mientras que a Carvill, el guión escrito por Goyer, no le da la oportunidad de trabajar en los matices de las diferentes personalidades de un mismo personaje; Jeremy Irons está bien en la piel de Alfred, en esta ocasión más un verdadero aliado de Batman que un simple mayordomo; Amy Adams repite su papel de 'chica en apuros' y apenas se ofrecen algunos apuntes (al inicio del film) de la 'reportera intrépida' que es Lois Lane; Diane Lane, que da vida a la madre adoptiva de Clark Kent, es en esta ocasión un personaje meramente testimonial, que no obstante nos ofrece uno de los pocos diálogos divertidos que presenta el film ("Soy amigo de su hijo" dice Batman en un momento de su film, a lo que ella responde: "Lo suponia... por la capa...."); Gal Gadot es toda sofisticación y elegancia encarnando a Diana Prince, y su química con Affleck es innegable, pero además cuando aparece por primera vez armada y ataviada como Wonder Woman hace salta chispas de la pantalla; su personaje está poco desarrollado en el film, pero apunta maneras, lo cual dan ganas de verla en su próxima película en solitario; y dejo para el final el personaje más discutible: Lex Luthor, interpretado por un desatado e histriónico Jesse Eisenberg; si por un lado es de agradecer que se haya alejado de las interpretaciones de los actores que le han precedido en el papel (a saber: Gene Hackman, Kevin Spacey o el televisivo Michael Rosembaum), su trabajo, sobreactuado y cargado de ticks, acaba por resultar un tanto irritante. Aunque si bien, el trabajo interpretativo de Eisenberg es discutible, no lo es tanto, en mi opinión, el enfoque que ha querido darle Goyer en el guión, alejando el personaje de la actitud megalomaníaca habitual para darle unas motivaciones distintas, más oscuras, y transformarlo así en una suerte de Nostradamus desquiciado que apunta el advenimiento de un Apocalipsis que vislumbramos brevemente en el sueño de Batman, un personaje que busca ante todo el descrédito y la caída en desgracia de los superhéroes, a los que desprecia y odia porque poseen el poder que al se le ha negado desde siempre; hay un momento en el film que Luthor reflexiona sobre ello y llega a la conclusión de que es triste tener la actitud y el intelecto pero no el poder; así pues no es sino la envidia lo que realmente le motiva a la hora de buscar la caída de Batman y Superman.

Y dejo para el final lo que para mí es el aspecto más cuestionable del film: su montaje final. Es cierto que la versión cinematográfica que ha llegado a nuestras pantallas tiene no pocas lagunas argumentales (el hecho de que Batman y Superman se reconcilien después de una cruenta batalla simplemente porque sus madres respectivas tienen el mismo nombre, Martha, no deja de ser una motivación un tanto forzada), pero posiblemente muchos de esos fallos de guión se deban a que el guion ha sido remontado en diversas ocasiones antes de su estreno. La campaña publicitaria que le ha precedido ha sido confusa y equivocada, mostrando en ocasiones demasiado y restando capacidad de sorprender al film; las imágenes que se han ido filtrando han provocado reacciones airadas en el fandom, lo que ha generado en una ágria y desproporcionada campaña de desprestigio que buscaba el fracaso del film. El temor a un batacazo en taquilla no ha hecho sino dar argumentos a los productores para forzar cambios en el guión y el montaje con los que Snyder no se sentía del todo complacido. Por si fuera poco, el inesperado éxito de "Deadpool", el prirmer film de superhéroes que se estrena con la calificación R (lo que significa que no pueden verla menores si no van acompañados de un adulto), motivó nuevas  revisiones en el montaje final que buscaban recrudecer el tono inicial previsto. El resultado es que en muchos momentos del film, el montaje atropechado, improvisado, da lugar a injustificados saltos de escena que no siempre respetan la continuidad temporal de la historia. Snyder tiene previsto recupera al menos media hora más de metraje para el estreno doméstico de "Batman v Superman", con lo cual es de esperar que podamos disfrutar de una versión más compacta y más coherente de la película.

Otro detalle discutible, y esta vez achacable a un guión no del todo bien trabajado: la inclusión de momentos que pretenden anticipar la próxima película dedicada a la Liga de la Justicia. La escena el sueño de Batman (por muy bien filmada que esté o lo espectacular que resulte), así como los innecesarios flashes en los que vemos a otros miembros de la Liga como Flash, Aquaman o Cyborg, no aportan nada al argumento principal del film y no hacen sino distraer y confundir al espectador de la historia principal. Son precisamente éstas las escenas que se podrían haber añadido en ese previsto 'director's cut' del film, como elemento destinado principalmente a los fans, pero hubiese resultado más eficaz dejarlas fuera del montaje final precisamente para no confundir al espectador medio que desconoce la historia y la mitología que rodea a los personajes del cómic.

En fin, que no es para tanto. Que "Batman v Superman" no es un mal film (en mi modesta opinión). Que no es en absoluto un film perfecto, redondo, pero que tiene un innegable sentido del espectáculo, que asume riesgos, que tiene apuntes interesantes en su argumento, y que también tiene fallos de montaje que esperemos se resuelvan (al menos en parte), en el próximo montaje definitivo que veremos en su lanzamiento doméstico.


En resumidas cuentas: ¿Lo mejor? La barroca puesta en escena de Zack Snyder y la capacidad de Goyer para reconciliar épica, sentido del espectáculo, reflexión social y análisis teológico. ¿Lo peor? El confuso e improvisado montaje de esta versión cinematográfica, que niega a Snyder la oportunidad de ofrecer su versión personal de la historia, y que tan solo obecede a las decisiones de productores covardes y timoratos que se doblegan a las reacciones del fandom más timorato.

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