El 2024 llega a su fin y es habitual que muchos blogueros, youtubers y comentaristas varios metidos en esto de revisar películas y series hagan su repaso de lo mejor del año, así que yo no iba a ser menos.
Personalmente me gustaría poner de relieve la buena salud del cine patrio, y los buenos resultados en taquilla cosechados por películas como "La casa en flames" (Dani de la Orden), "El 47" (Marcel Barrena) o "Marco" (Aitor Arregi y Jon Garaño), así como a estupenda recepción crítica de otros títulos como "Segundo premio" (de Isaki Lacuesta, por la que se llevó el premio a la mejor película del festival de Málaga), "La habitación de al lado" (de Pedro Almodovar, ganadora del León de Oro en la bienal de Venecia) o "La virgen roja" (de Paula Ortiz, que tuvo una estupenda recepción en el último festival de San Sebastian).
Dicho ésto, teniendo en cuenta que a fecha de hoy no he podido ver aún "Bird" de Andrea Arnold y que tanto "The Brutalist" de Brady Corbet como "Queer" de Luca Guadagnino no se estrenarán hasta el 2025, mi selección de las mejores películas de este 2024 quedaría de la siguiente manera:
- "The Zone of Interest" de Jonathan Glazer, por su sobria y elegante puesta en escena, su impresionante trabajo de edición de sonido y, sobretodo, por su potente discurso acerca de la banalizacion del horror;
- "Poor Things" de Yorgos Lanthimos, por ser un estimulante film multireferencial, con múltiples capas y niveles de lectura capaces de hermanar tanto a Rousseau como a Tod Browning, por su barroquismo formal y por su muy necesaria reivindicación feminista;
- "Perfect Days" de Wim Wenders, por su sutileza, su sencillez y su puesta en escena libre de artificios, por poner el foco en los pequeños detalles y apostar por una visión optimista de la vida;
- "Civil War" de Alex Gardland, porque su forma nunca cae en el esteticismo gratuito y se pone al servicio del relato, por las muchas lecturas y matices del mismo, y por su discurso equidistante que invita al espectador a la reflexión, rehuyendo la demagogia y el adoctrinamiento político;
- "El mal no existe" de Ryûsuke Hamaguchi, por ser un film exigente con el espectador, por su lirismo y su extraña belleza, y porque cuenta mucho más de lo que muestra;
- "Longlegs" de Osgood Perkins, por su capacidad para crear atmósferas malsanas sin necesidad de recurir a trucos baratos, y porque hay reivindicar el cine de género cuando éste da muestras de calidad incuestionable;
- "The Substance" de Coralie Fargeat, por su cruda reflexión sobre el peso de la fama y el culto a la imagen, por su negro sentido del humor, y por el cúmulo de referencias visuales usadas con inteligencia, capaces de meter en un mismo cocktail a Hitchcock, Kubrick, Lynch, Cronenberg o Yuzna;
- "Emilia Pérez" de Jacques Audiard, por su valentía a la hora de transgredir los convencionalismos de los géneros cinematográficos y por ser capaz de lanzarse al vacío sin miedo al ridículo;
- "Anora" de Sean Baker, por su profundo y lúcido caracter anti-romántico y por su capacidad para ironizar sobre las fantasias almibaradas a lo "Pretty Woman";
- "Nosferatu" de Robert Eggers, por atreverse a hacer el remake de un clásico incontestable sin renunciar a su sello autoral, y porque su estilizado preciosismo formal te deja sin aliento.
Y cierro con algunas menciones especiales que no querría dejar pasar por alto para "All of us strangers" de Andrew Haigh, "The iron claw" de Sean Durkin, "Los que se quedan (The Holdovers)" de Alexander Payne, "Rivales" (Luca Guadagnino), "Joker: Follie a Deux" (Todd Phillips) o "Kind of Kidness"(de nuevo, Yorgos Lanthimos). Y sí, dejo intencionadamente fuera de este ranking a "Dune: parte dos" de Denis Villeneuve precisamente por eso, por ser parte de un todo que cobra sentido si uno ve el díptico completo. Eso sí, no discuto ni su grandiosidad ni su potencia visual.
En cuanto a las mejores series televisivas del año, pendiente aún de ver "El simpatizante" (a la que el coreano Park Chan-wook contribuye con su talento), "Disclaimer" de Alfonso Cuarón y "Los amos del aire", y reconociendo que la creación de Nathan Fielder y Benny Sadfie, "The Curse", se me hizo francamente indigesta, me quedo con:
- "Ripley", adaptando de forma magistral el clásico "El talentoso Mr. Ripley" de Patricia Highstmith (guión y dirección de Steve Zaillian); cuenta con un impecable Adrew Scott en estado de gracia y una estilizadísimaa puesta en escena en un esplendoroso blanco y negro, en la que cada plano, cada encuadre, merece ser enmarcado y colgado en un museo;
- "Shogun", nueva adaptación de la novela de James Clavell que hace que nos olvidemos por completo de la miniserie previa emitida en 1980; Hiroyuki Sanada llena por completo la pantalla en esta interesantísima miniserie en la que la espectacular puesta en escena y el primoroso diseño de producción dejarán a más de uno con la boca abierta;
- "Arcane", si la primera temporada era magistral, esta segunda la supera en muchos aspectos: un ritmo endiablado, unos personajes caristmáticos, una guión sólido y una animación superlativa demuestran que la animación no tiene porqué estar reñida con un enfoque más adulto y ambicioso;
- "Yo, adicto", cruda, intensa, emotiva, desgarradora, excepcionalmente bien escrita y brillantemente interpretada; derrocha verdad y autenticidad y es capaz de llegar al alma;
- "The Penguin", aunque muchos le reprochen que se aleje por completo de los tropos y convenciones propios del genero superheroico, lo cierto que su enfoque noir, su puesta en escena y la química que derrochan Colin Farrell y Christin Milioti hacen de ella una de las series del año;
- "Mi reno de peluche", inspirada en hechos reales, narra un episodio de acoso sufrido por el propio interprete, guionista y creador de la serie, Richard Gadd; sin duda una de las series más comentadas del año y también una de las más interesantes por el hecho de que pese a narrar hechos terribles, en ningún momento habla de victimas y verdugos sino de personas rotas que necesitan de sanación; el trabajo actoral de Jessica Gunning en la serie es simplemente impresionante;
- "Fallout", porque es divertida, imaginativa, tiene un estupendo diseño de producción y un buen puñado de personajes carismáticos encabezados por Ella Purnell y Walton Goggins.
¿La actriz del año? Para mi, dos. La primera, Demy Moore por "The substance", un comeback en toda regla, una interpretación arriesgada y dificil en la que la actriz pone toda la carne en el asador; la segunda, Mikey Madison por "Anora", mando muestras de ser una actriz de raza y que va a dar mucho que hablar en el futuro.
¿El Actor de año? También dos. Por un lado Paul Mescal; el irlandés se dio a conocer en la miniserie "Normal people" y este año nos ha conmovido con su emotivo trabajo en "All of us strangers" y al mismo tiempo a entrado por la puerta grande de las grandes producciones con "Gladiator II". Y por otro lado Eduard Fernández; el catalán demuestra su calidad actoral y su capacidad para afrontar cualquier tipo de papeles con dos trabajos memorables: "El 47" y "Marco".
¿El director del año? De nuevo dos nombres. Si por un lado Alex Garland nos regala una de las mejores y más interesantes cintas del año, "Civil War", por otro Robert Eggers demuestra que se puede hacer un remake de un clásico incontestable como "Nosferatu" sin perder el sello autoral, y aportando una visión personal y completamente novedosa.
¿El compositor del año? Bear McCreary sin lugar a dudas. El compositor de Florida lleva ya tiempo regalandonos trabajos interesantes en series de televisión como "Outlander", "The Walking Dead", "Snowpiercer" o "Foundation". Pero es en 2022, cuando recibe el encago de componer la música para "Lord of the Rings: The Rings of Power", cuando se le ofrece la oportunidad de sacar el máximo partido a su talento. El olgado presupuesto de la serie también se refleja en su banda sonora, compuesta para una orquesta a gran escala, extensa en duración, variada estilisticamente y rica temáticamente (hasta 12 leiv-motivs, ¡12!, llega a componer solo para la primera temporada). En esta segunda season, lejos de comformarse con repetir los logros de la primera, McCreary continúa expandiendo y enriqueciendo el universo sonoro de "Los anillos de poder".
¿La canción del año? Siendo sin duda "Emilia Pérez" el mejor musical del 2024 (muy por encima de propuestas más convencionales como "Wicked") es justo destacar alguna de sus canciones, y para mí la mejor es "Mi camino" interpretada por Selena Gomez:
Y como siempre quiero cerrar este artículo con un breve recuerdo a algunas de las personalidades cinematrográficas que, tristemente, nos han dejado este año:
- Roger Corman: máximo exponente del cine de serie B, capaz de completar películas en 2 días y con presupuestos irrisorios, y que en su calidad de productor cinematográfico dió la iniciativa a figuras tan relevantes del 7° Arte como Francis Ford Coppola, Martin Scorsese, Peter Bogdanovich, Jonathan Demme o James Cameron, así como a actores de la talla de Jack Nicholson o Robert De Niro. Como realizador nos regaló un interesante ciclo de adaptaciones de la obra de Edgard Allan Poe entre las que destacan "La caída de la casa Usher" (1960), "El péndulo de la muerte" (1961), "El cuervo" (1963) o "La máscara de la muerte roja" (1964), todas ellas con Vincent Price como protagonista;
- Donald sutherland: actor de origen canadiense que en su dilatada trayectoria nos ha regalado grandes interpretaciones a las órdenes de directores como Robert Aldrich ("Doce del patíbulo", 1967), Robert Altman ("M*A*S*H", 1970), Alan J. Paula ("Klute", 1971), Nicholas Roeg ("Amenaza en la sombra", 1973), Bernardo Bertolucci ("Novecento", 1976), Federico Fellini ("Casanova", 1976), Philip Kaufman ("La Invasión de los ultracuerpos, 1978) o Robert Redford ("Gente corriente", 1980);
- Gena Rowlands: la recordaremos siempre en películas imprescindibles como "Una mujer bajo la influencia " (John Casavettes, 1974), "Noche de estreno" (Jonh Casavettes, 1977), "Gloria" (John Casavettes, 1980), "Otra mujer" (Woody Allen, 1988) o "Noche en la Tierra" (Jim Jarmusch, 1991);
- Alain Delon: bello, talentoso, controvertido, y también mítico en películas como "A pleno sol" (René Clément, 1960), "Rocco y sus hermanos" (Luchino Visconti, 1961), "El eclipse" (Michelangelo Antonioni, 1962), "El gatopardo" (Luchino Visconti, 1963), "El silencio de un hombre" (Jean-Pierre Melville, 1967) o "El clan de los sicilianos" (Henri Verneuil, 1969);
- Maggie Smith: inolvidable Minerva McGonagall en la saga de Harry Potter, pero también actriz sublime a las órdenes de directores como John Ford ("El soñador rebelde", 1065), Joseph L. Mankiewicz ("Mujeres en Venecia", 1967), James Ivory ("Una habitación con vistas", 1985) o Jack Clayton ("La solitaria pasión de Judith Hearne", 1987);
- Akira Toriyama: mangaka y dibujante japonés, creador de dos de los personajes más emblemáticos y queridos de la animación televisiva: Son Goku ("Bola de drac") y Arale Norimaki ("Dr. Slump")
Triste lista a la que habría que añadir también a personalidades como el actor y cantautor Kris Kristofferson, el escritor y guinista Paul Auster, Shelley Duval, inolvidable interprete de "El Resplandor", James Earl Jones, voz inconfundible de Darth Vader o Mufasa, el musico y compositor Quincy Jones, nuestra almodovariana Marisa Paredes o Bernard Hill, inolvidable Theoden en la trilogia. Todos ellos, Descansen En Paz.
Y hasta aquí el resumen del 2024. El año que viene, más.












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