En mi entrada a los mejores del 2020 (que podéis rescatar aquí) ya comentaba la incidencia de la pandemia en el mundo del cine. Aunque el 2021 ha sido bastante mejor en muchos aspectos, la perniciosa influencia del COVID 19 se ha dejado notar también este año. Muchos de los films que tenían previsto su estreno en el 2020 han visto retrasada su salida hasta casi finales de este año. Es el caso de películas tan esperadas como el último Bond o la nueva vesión de "Dune" dirigida por Denis Villeneuve.
Lo cierto es que la espera se ha hecho larga y eso ha alimentado unas expectativas que, al menos en mi caso, no se han visto cumpidas. Y no digo que sean malos films, en absoluto, pero sí que tanto tiempo esperando por verlos en pantalla grande ha hecho que el nivel de exigencia sea tan elevado que era inevitable sufrir alguna pequeña decepción al darme cuenta que lo que estaba viendo en la pantalla del cine no era tan GRANDE como lo que mi imaginación habían concebido.
Por otro lado, el exito continuado de las plataformas de streaming no ha hecho más que contribuir a generar polémicas, por otro lado previsibles, ante el estreno simultáneo (sala cinematográfica + plataforma televisiva) de films como "Raya, el último dragón" o "Viuda Negra". Además el retraso de algunos estrenos ha obligado a reajustar el calendario de estrenos por parte de las distribuidoras, con lo cual películas que merecían ser descubiertas en una pantalla grande (como el caso del "The Green Knight" de David Lowery) se han visto injustamente relegadas a un estreno en plataforma televisiva.
En cualquier caso, sea en cine o en televisión, ha habido estrenos interesantes, sorprendentes e incluso diría que magistrales. Así que aquí os dejo la lista de los que yo destacaría como los mejores de este 2021 que ya acaba.
- "Anette" de Leos Karax, por recuperar a los míticos Sparks y ofrecerles la oportunidad de hacer una banda sonora, por transgredir formas, estilos y géneros, todo ello con un encomiable preciosismo formal, y por ser un cine multireferencial con el personalísimo sello autoral de su director;
- "Titane" de Julia Ducournau, por la potencia de su propuesta, tanto formal como argumental, y por llevar el discurso de Cronenberg sobre la nueva carne a nueva cotas que invitan a la reflexión sobre la identidad de género;
- "The Green Knight" de David Lowery, por el delicado preciosismo y la elegancia manierista de su puesta en escena, donde cada encuadre y cada movimiento de cámara está perfectamente estudiado y condebido para epatar al espectador, y por recuperar el misticismo de los mitos artúricos;
- "Otra ronda" de Tomas Vinterberg, por su elenco actoral, por su discurso humanista que mezcla ternura e ironia, y por esa escena final con Mads Mikkelsen bailando;
- "La crónica Francesa" de Wes Anderson, porque es como un precioso relog de cuco que funciona con precisión suiza, y por el matemático esteticismo de su puesta en escena;
- "Una joven prometedora" de Emerald Fennel, porque es un psycho killer con un discurso feminista tan divertido como incisivo, que defiende el empoderamiento femenino con humor y sana ironía;
- "Nomadland" de Chloé Zhao, por su sensibilidad, tanto estética como narrativa, porque llega al corazón, y porque su discurso es capaz de dignificar la condición humana;
- "Malcom & Marie" de Sam Levinson, por su capacidad de rehuir el discurso teatral con una encomiable economía de medios: 2 actores y un decorado único, y por la contundencia e intencionalidad de sus diálogos, magistralmente defendidos por sus dos protagonistas;
- "El poder del perro" de Jane Champion, por la fuerza de su discurso sobre la masculinidad tóxica, por el trabajo conjunto de su elenco interpretativo (Benedict Cumberbatch, Kirsten Dunst, Jesse Plemons y Kodi Smit-McPhee, todos ellos en estado de gracia) y por austeridad de su puesta en escena, que hace un hábil uso de la abstracción, donde lo que se sugiere es más potente que lo que se muestra, y extrae el máximo partido al formato panorámico;
- "Being the Ricardos" de Aaron Sorkin, por su brillantísimo guión (nada sorprendente en Sorkin) que funciona a diferentes niveles: como retrato de un matrimonio en crisis (brillantes Nicole Kidman y Javier Bardem), como retrato de una industria (las productoras de sitcom televisivas) y como retrato de una época (la américa de los años 50), todo ello adornado con unos diálogos incisivos que son para enmarcar;
- "Lamb" de Valdimar Johannsson, por la manera en como se sirve del horror folk para ofrecernos un lúcido discurso sobre la maternidad en los helados paisajes islandeses;
- "Spencer" de Pablo Larrain, por ser un biopic atípico, narrado como si se tratase de un cuento de terror de ecos kubrickianos que sirve de metáfora a la lucha de clases (realeza vs plebeyos), y por una Kristen Stewart conmovedora en su fragilidad,
Y como bonus:
- "Benedetta" de Paul Werhoeven, por su atrevimiento, por su crudeza, por su irreverencia, por su descaro a la hora de mezclar sexo, religión y política, por su descarnada crítica al uso de la religión como elemento de manipulación, por su incisivo uso del humor (negro e irreverente), y por hacerlo todo con una indiscutible elegancia formal.
Y como segundo bonus:
- "West Side Story" de Steven Spielberg, porque si uno deja de lado cualquier tipo de tonto prejuicio, se encontrará un un musical mayúsculo, que auna clasicismo y modernidad, y que demuestra que Spielberg sigue siendo (pese a quién le pese) uno de los directores más talentosos de nuestro tiempo.
¿El actor del año? Mencionaré dos: Timothée Chalamet, l'enfant terrible del cine actual, además de todo un icono de la moda, es el actor con el que todo el mundo quiere trabajar. Plenamente consolidado tras su sentido papel en "Call me by your name", este año está presente en tres films que se perfilan como firmes candidatos al Oscar a la mejor película: "La crónica francesa" de Wes Anderson, "Don't look up" de Adam McKay y, como no, el "Dune" de Denis Villeneuve.
Y Andrew Garfield, que solo por su entregadísima performance en "Tick, Tick... Boom!" ya merece figurar como favorito en todas las entregas de premios de este año.
¿La actriz del año? Kristen Stewart, sin duda. Alejada ya de su papel de Bella Swan en la saga "Crepúsculo", la actriz californiana ha sabido reconducir su carrera con inteligencia y buén gusto a las órdenes de directores como Olivier Assayas, Walter Salles, Woody Allen o Pablo Larrain, regalándonos con este último una interpretación en "Spencer" que la situa como favorita en la carrera de próximos los Oscars 2021.
¿El director del año? No un director, sino una directora: Chloé Zhao. Si ser la segunda mujer en ganar el Oscar a la mejor dirección por "Nomadland" no fuese suficiente para considerarla, el haberse puesto tras las cámaras para dirigir un blockbuster de la talla de "Eternals" para Marvel Studios sin peder su sello personal sería suficiente para tenerla muy en cuenta.
¿El compositor del año? Jonny Greenwood, habitual colaborador de Paul Thomas Anderson y miembro del grupo de rock "Radiohead", no deja de sorprender. Si en el 2017 nos regaló un trabajo tan clásico y elegante a la par que innovador como "El hilo invisible", este año vuelve a hacer lo propio con tres partituras tan sugerentes y contrastadas como son "The power of the Dog", donde rehuye los lugares comunes de la música folk y apuesta por la atonalidad, "Spencer", donde seduce con melodías jazzisticas en la mejor tradición vanguardista de Miles Davis, Thelonious Monk o John Coltrane, y "Licorize Pizza", donde nos muestra su lado más melódico evocando vagamente la música barroca.
¿La canción? Cualquiera de las de "Belle" ("Ryû to sobakasu no hime"), el último film de Mamoru Hosoda, en la preciosa voz de Kaho Nakamura. Podría destacar "A Million Miles Away", pero también podría ser "Lend me your voice" o "Gales of Song" o "Millenium Parade", así que, ¿qué mejor que un mix de las cuatro?.
Y para no quedarme corto: ¿cómo no reconocer la brillantez y originalidad del "So may we start" compuesto e interpretado por "The Sparks", y que abre de manera absolutamente contundete la "Anette" de Leos Karax
Y como ya vengo haciendo de un tiempo a esta parte, también quiero comentar algunas de las series, de entre las que he visto este 2021, que me gustaría destacar como las más interesantes de este año, puntualizando, eso sí, que aún no he visto la muy aclamada "The Underground Railroad" de Barry Jenkins:
- "El juego del calamar", sin duda una de las series del año. Más allá de la estúpida polémica en torno a la visión que ofrece de los juegos infantiles yo destacaría dos aspectos de la misma: su cuidadísima puesta en escena y su crítica visión de la condición humana;
- "Small Axe", producida y dirigida por Steve McQueen y concebida como una antología de 5 películas inspiradas en hechos reales, retrata con crudeza pero absoluta honestidad el racismo institucional sufrido por la comunidad negra del Londres de los años 60 y 70, y lo hace con una apabullante elegancia formal. Imprescindible;
- "Halston" merece la pena destacarla aunque solo sea por poner de relieve en el magistral trabajo actoral de Ewan McGregor en esta serie. Si a ello le sumamos un sólido guión que hace un estupendo retrato de un personaje y una época, miel sobre hojuelas;
- "Fundación", por que adaptar a Asimov no es fácil y más con una obra de la relevancia e influencia de ésta, que además viene acompañada con una considerable carga filosófica que conjuga humanismo, política y sociologia, todo ello adornado con una factura técnica no tiene nada que envidiar a muchas películas estrenadas en pantalla grande;
- "Mare of Easttown", por que combina hábilmente retrato costumbrista, melodrama familiar y thriller detestivesco, y lo hace sin estridencias, de manera sosesaga, confiando en una excepcional Kate Winslet como hilo conductor del relato;
- "It's a Sin", por que es una serie necesaria que nos invita a reflexionar y, sobre todo, a no olvidar el impacto social de una plaga que aún no hemos conseguido erradicar, y porque su revisión de los brillos de una época (con una estupenda selección de hits en su banda sonora) no está exenta ni de sombras ni de emoción;
- "Wandavision", por que no deja de ser irónico que el producto más innovador y original de Marvel Studios no sea un film estrenado en salas comerciales, sino una serie de televisión que hace un muy inteligente uso del metalenguaje, a medio camino entre la parodia y el homenage, todo ello sin perder su capacidad para sorprender y emocionar;
- "Arcane. League of Legends", porque no abundan muchos los productos de animación dirigidos a un público adulto. Esta adaptación del videojuego "League of Legends" no solo sorprende por su impecabla factura, su impactante animación y su compleja imaginería, sino que además tiene un sólido guión, que no rehuye la crítica socio-política, y un estupendo retrato de personajes.
I entre los personajes que nos han dejado este 2021 y los que quiero dedicar un último pensamiento en esta entrada es obligado nombrar a Dean Stockwell (uno de los actores fetiche de David Lynch), Ed Asner (inolvidable Lou Grant), Ned Beatty (a quién recordamos por "Deliverance" o "Superman. The Movie"), Helen McCrory (añorada tía Polly en "Peaky Blinders"), George Segal ("¿Quién teme a Virginia Woolf?"), Hal Holbrok (eterno secundario al que muchos recordarán por haber interpretado a Abraham Lincoln en la serie "Norte y Sur"), Olimpia Dukakis (ganadora del Oscar a la mejor secundaria por "Luz de luna"), Mikis Theodorakis (compositor del inolvidable sirtaki de "Zorba, el griego"), el realizador Michael Apted (director de "Gorilas en la niebla" y algunas entregas de la saga Bond), la directora Lina Vertmüler (primera directora en ser nominada al Oscar por "Pascualino Siete Bellezas") pero muy especialmente a:
- Christopher Plummer, al que principalmente se le recuerda por su papel del capitán Von Trapp en "Sonrisas y lágrimas" (1965), pero que también aportó su elegancia y buen hacer interpretativo en películas como "La caída del imperio romano" (1964), "El hombre que pudo reinar" (1975), "Asesinato por decreto" (1979), "Ojos de fuego" (1991), "La última estación" (2009), "Principiantes" (2010), "Millenium. Los hombres que no amaban a las mujeres" (2011), "Todo el dinero del mundo" (2017) o "Puñales por la espalda" (2019);
- Stephen Sondheim, autor, letrista y compositor de músicales, toda una institución en Broadway, innovador y revolucionario en muchos aspectos, cuyo legado incluye títulos como "Company", "Little Night Music", "Sweenny Todd", "Into the Woods" o las letras para "West Side Story", con música de Leonard Bernstein", uno de los musicales más famosos y aclamados de todos los tiempos;
- Jean-Marc Vallèe, director canadiense que nos abandonó prematuramente a la edad de 58 años y que nos deslumbró y emocionó con títulos como "C.R.A.Z.Y." (2005), "Dallas Buyers Club" (2013), "Demolition" (2015) y las series televisivas "Big Little Lies" (2017) y "Sharp Objects" (2018, "Heridas abiertas" en su traducción al castellano);
- Y nuestra entrañable Verónica Forqué, estrella en títulos como "¿Qué hecho yo para merecer ésto?" (1984), "Matador" (1986) o "Kika" (1993) (a las órdenes de Pedro Almodovar), o "Sé infiel y no mires con quién" (1985) y "El año de las luces" (1986) (bajo la batuta de Fernando Trueba).





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