Llegamos al final del 2020. El año pasado me propuse recuperar al menos mi habitual entrada en este, lo reconozco, un tanto abandonado blog para hacer mi repaso de "lo mejor del año". Hoy vuelvo para mantener viva esa costubre que, como ya dije anteriormente, espero no perder. Quien sabe si así me animo a publicar nuevas entradas con más frecuencia.
Que duda cabe que este 2020 ha sido un annus horribilis en muchos aspectos. La pandemia del Covid 19 ha incidido de manera muy negativa en nuestras vidas, en nuestros hábitos, en nuestro trabajo, en nuestra forma de relacionarnos con los demás... Hemos tenido que adaptarnos a esta nueva realidad y reinventarnos en muchos aspectos: cambiar nuestros hábitos, buscar nuevas formas de trabajo, cambiar nuestra forma de comunicarnos con nuestros amaigos y familiares...
Que duda cabe que la pandemia también ha tenido su impacto (grave) en la industria cinematográfica, afectando a calendarios de rodaje, provocando la cancelación o retraso de estrenos, obligando a los exhibidores a buscar nuevas formulas para continuar manteniendo la asistencia a las salas, provocando un nuevo boom de las plataformas de streaming... Todo ello ha dado como resultado que en mi caso, y me imagino que en el de muchos aficionados cinematográficos, hayamos visto cine este 2020 de una manera poco habitual. Mi costrumbre de intentar ir al cine al menos una vez por semana se ha visto truncada. Y, por contra, me he visto abocado a buscar algunos estrenos en las plataformas de streaming, que han sabido rentabilizar positivamente los efectos de la pandemia. ¿Significa todo esto la muerte del cine tal como lo conocíamos hasta ahora? Espero que no, porque por mucha pantalla 4K de 65" que tengas que casa, por mucho dolby 5.1 que puedas disfrutar desde tu sofá, nada puede sustituir la magia y la experiencia de ver un estreno en una sala de cine.
Y aunque debo reconocer que he pisado mucho menos de lo que me gustaría una sala de cine este 2020, y que tratado de rentabilizar al máximo mi subscripción a Netflix y Amazon Prime, algunos estrenos interesantes sí que he podido disfrutar este año. ¿Y qué films son los que yo destacaría como lo mejor del 2020?
Como siempre digo, no deja de ser una lista muy personal, así que cada
cual se sienta libre de discutirmela, pero, en cualquier caso, ahí va mi
propuesta:
- "1917" de San Mendes, por su alarde técnico, por su reconstrucción histórica, por ese falso plano secuncia que te atrapa desde el primer minuto y por esa prodigiosa fotografía de Roger Deakins que es, de facto, una obra de arte;
- "El Faro" de Robert Eggers, por su riesgo formal y narrativo, y por su incómodo discurso que conjuga Lovecraft, Freud y el expresionistmo de Robert Wiene sin ningún tipo de complejo;
- "El juicio de los 7 de Chicago" de Aaron Sorkin, por sus diálogos afilados y su preciso guión que funciona como un mecanismo de relogería;
- "Mank" de David Fincher, por todo: guión, interpretaciones, puesta en escena, fotografía, banda sonora... un alarde estético que supura elegancia en cada fotograma;
- "Pinnochio" de Matteo Garrone, por atrevese a plasmar la obra de Collodi desprendiénse de cualquier intención de edulcorarla, combinando con exquisito acierto realismo mágico y crítica social;
¿El actor del año? No me olvido de Gary Oldman, que hace un trabajo prodigioso en "Mank", pero este año quiero destacar el trabajo de Robert Pattinson, que desde que se desprendió de la sombra de "Crespúsculo" lleva una interesantísima carrera, conducida con inteligencia, y que en "El faro" realiza una arriesgada composición. Pero mencionar a Pattinson es mencionar también a Willem Dafoe, su compañero de reparto en el mismo film, que le da la réplica de forma perfecta y que juntos llevan a cabo un duelo interpretativo mayúsculo.
¿La actriz del año? También mencionaré a dos. Por un lado a Cate Blanchet, en parte porque siento debilidad por ella, pero sobretodo porque su trabajo en "Mrs. América", rico y lleno de matices, es extraordinario. Y por otro lado a la emergente y magnética Anya Taylor-Joy, por sus carismáticas interpretaciones en "Emma" y en "Gámbito de dama".
¿El compositor del año? Trent Reznor y Atticus Ross por sus geniales composiciones en "Mank" y "Soul", miembros ambos de la banda de rock industrial Nine Inch Nails, y colaboradores habituales de Fincher desde "La red social". En "Mank" realizan una elegante partitura que sorprende por su corte clásico pero que no renuncia a toques de modernidad, que tira de jazz clásico y que sabe evocar a Herrmann sin llegar nunca a copiarlo; mientras que en "Soul" dan rienda suelta a su vena más experimental en un trabajo cargado de emotividad.
¿La canción? “Husavik (My Hometown)” del film "Eurovision Song Contest: The Story of Fire Saga", en la preciosa voz de My Marianne, y con la que descubrimos que bonito suena el finés cantado.
¿El personaje del año? Ya sabemos su nombre: Grogu. ¿Es necesario que explique porqué para mí es uno de los personajes del año?
Ya el año pasado en mi repaso de lo mejor del año cinematográfico también mencioné algunas de las mejores series que nos ha dado la televisión, y este año (y los siguientes) no voy a ser menos. En un año en que la asistencia a salas cinematográficos se ha visto restringida, al menos hemos tenido la fortuna de disfrutar de no pocas propuestas televisivas que han destacado por su innegable calidad. Tengo pendientes de terminar algunas series como "Euphoria", "Gambito de dama" y "Unorthodox, pero de las que he ya he visto, las que destacaría:
Y como cada año no puedo cerrar este artículo sin mencionar a algunos de
personajes
que, tristemente, nos han dejado este año. Entre otros: Terry Jones, miembro de los Monty Pyton, nuestros Jose Luís Cuerda y Lucía Bosé, los directores Stuart Gordon, Joel Schumacher, los actores Ian Holm, Brian Dennehy y Chadwick Boseman; pero muy especialmente:
- Kirk Douglas, "Spartacus",
"El ídolo de barro", "Senderos de gloria", "Cautivos del mal", "El loco
del pelo rojo", "El gran carnaval", "Duelo de titanes", "Los
vikingos"... solo son un puñado de interpretaciones míticas en no menos
míticas películas de una de las últimas leyendas del Hollywood dorado. Nos dejó a la edad de 103 años de edad, 'el hijo del trapero',
un actor rebosante de energía, talento y carisma hasta su último
aliento.
- Olivia de Havilland, nolvidable Melania en "Lo que el viento se llevó", imperecedera Marian en "Robin de los bosques", arrebatadora Catherine en "La heredera", incluso perversa Miriam en "Canción de cuna para un cadaver".
- Ennio Morricone, no solo un MAESTRO sino además una de las últimas leyendas de la música de cine. "La misión ", "Novecento ", "Días del cielo", "Erase una vez América ", "Cinema Paradiso", "Los intocables de Elliot Ness " son solo algunas de las joyas que nos regaló este genio de la música.
- Max von Sydow, actor fetiche en la filmografía de Ingmar Bergman en títulos míticos como "El séptimo cielo", "Fresas salvajes" o "El manantial de la doncella", pero igualmente inolvidable en películas como "El exorcista", "Hannah y sus hermanas", "Pelle el conquistador" o incluso "Flash Gordon", dando vida al inefable emperador Ming.
- Sean Connery, el primer James Bond cinematográfico, para algunos el mejor, pero también el Guillermo de Baskerwille de "El hombre de la rosa", el Jim Malone de "Los intocables de Eliot Ness", el Ramirez de "Los Inmortales", el Daniel Dravot de "El hombre que pudo reinar", el Raisuli de "El viento y el león" o el crepuscular Robin de "Robin y Marian"
Y aunque pertenezcan más al ámbito del cómic, no puedo dejar de recordar a dos de los ídolos de mi infancia: Richard Corben, autor de obras capitales del noveno arte como "Den", "Bloodstar" o "Mundo Mutante", y Juan Gimenez, dibujante de "Cuestión de tiempo", "Basura" o "La casta de los Metabarones". Ambos colaboraron en la adaptación cinematográfica de la mítica revista de comics para adultos "Heavy Metal" del 1981.













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