Aunque Lobezno debutó en un hoy mítico episodio de "Hulk" en el que se enfrentaba al coloso esmeralda, no sería hasta su incorporación a la formación de los X-Men (o Patrulla-X para los aficionados españoles) que alcancaría cierta notoriedad. Esta incorporación se produjo allá por el 1975 en el no menos mítico Giant Size de los X-Men titulado "Segunda génesis".
Dave Cockrum, dibujante de la colección, se encargaría de 'afinar' el diseño original de Herb Thrimpe, en particular la que durante mucho tiempo fue su característica máscara. Pero Cockrum tenía cierta antipatía por el personaje, al que consideraba demasiado salvaje y malcarado. Sus simpatías las reservaba al que rápidamente se convirtió en su hombre X favorito, Rondador Nocturno. El guionista Chris Claremont, que se encargaba el título en aquellos gloriosos años, era conocido entre otras cosas por buscar siempre el máximo grado de entendimiento con los dibujantes con los que colaboraban, así que no tuvo mayor inconveniente en ceder a los deseos de Cockrum y otorgar a Rondador Nocturno un protagonismo preponderante. Juntos suavizarían los rasgos inicialemte deomiacos de Kurt Wagner: Cockrum dulcificaría su expresión y Claremont le dotaría de un caracter más alegre y optimista. Respecto a Lobezno, tal era la inquina que inicialmente sentía Cockrum hacia él que le propuso a Claremont liquidarlo en alguna aventura.
Pero en el número 109 de la colección Cockrum, a causa del agotamiento, cedió los lápices a John Byrne. Byrne, inglés de nacimiento pero canadiense de adopción, sintió una inmediata inclinación hacia Lobezno, que, recordémoslo, es de nacionalidad canadiense. Byrne se empeñó en potenciar la popularidad de Lobezno, y Claremont no puso objeción alguna. Poco a poco fueron introduciendo elementos que lo harían más atractivo a los lectores, más allá de la idea de mutante salvaje y de 'garra fácil'. Descubriríamos que Lobezno tiene un pasado oculto, se harían menciones a sus trabajos como espía y mercenario, sus conexiones con Japón (descubriríamos que habla japones de forma fluida), su facilidad para entenderse con cierta especies animales (particularmente los felinos)... Veríamos un Lobezno más complejo, más misterioso y también más humano. Lobezno, o Logan, como lo conoceríamos prontamente, es un individuo con una acusada lucha intenterna, en la que su humanidad trata siempre de sopreponerse a su instinto animal. También descubriríamos que es capaz de sentir pasión (está secretamente enamorado de Jean Grey, su compañera de equipo) e incluso ternura (de especial delicadeza es el trato que mantiene con la aristócrata Mariko Yashida). Al margen de rasgos distintitivos (fuma puros y bebe cerveza) descubriremos otra serie de aspectos del personaje que lo hacen mucho más rico: su sentido del honor y de la amistad (en particular hacia sus compañeros Coloso y Rondador Nocturno), pero también su rudeza y su furia contenida (notoria es su rivalidad hacia Scott Summers, alias Cíclope y novio de Jean Grey).
El primer punto de inflexión en el desarrollo del personaje lo tendremos durante la "Saga de Fénix Oscura", en el número 133, titulado precisamente "Lobezno solo". No solo porque veremos a un Lobezno más salvaje que nunca, sino porque protagoniza en solitario buena parte del episodio, demostrando que puede llevar sobre sus espaldas la responsabilidad de erigirse en personaje protagónico. Sin duda este episodio fué el primero que marcó la ascensión del personaje al estrellato, y uno de los que más contribuyó a incrementar su leyenda.
Más tarde, durante la saga de "El Nido", Lobezno protagonizaría un episodio de La Patrulla-X completamente en solitario, el nº 162. Además las particularidades de la trama (Lobezno se alla abandonado en un planeta alienígena rodeado de depredadores de todo tipo), permite al guionista Chris Claremont mostrarnos un Lobezno completamente desatado, como nunca lo habíamos visto hasta la fecha. Podría decirse que dicho episodio fue una prueba de fuego que venía a demostrar que Lobezno, cuya fama ya estaba completamente consolidada, era capaz de llevar en solitario en peso de una historia sin las aportaciones de sus compañeros de equipo.
En los años 80 Marvel Comics estab experimentando con nuevos formatos, novelas gráficas y miniseries, en los cuales podía desarrollar tramas al margen de la continuidad habitual de sus colecciones o centradas en personajes de nuevo cuño u otros a los cuales se les suele reservar un papel más secundario. Una de las primeras miniseries que publicaría Marvel estaría dedicada, como no, a Lobezno. Publicada en 1982, la guionizaría Chris Claremont, Frank Miller, que estaba realizando una labor magistral en Daredevil, se encargaría de los lápices aplicando su particular y cinético sentido de la narrativa, Josef Rubinstein se encargaría del entintado, dotando de un acabado más elengante a los lápices de Miller, por encima del muy eficaz pero siempre tosco acabado del habitual Klaus Janson, y Glynis Wein pondría la guinda del pastel aplicando el color final. Un auténtico dream team del momento, que daría como resultado una pieza maestra, en mi personal opinión lo mejor que nunca se ha escrito sobre el personaje.
"Lobezno: Honor", como posteiormente se acabaría conociendo este trabajo, trataba de ahondar en las conexiones de Lobezno con el país del sol naciente (conocida es la predilección de Frank Miller hacia la cultura nipona) y profundizaba en la dicotomía hombre/bestia del personaje, comfrontándolo a los antagonistas femeninas de contrastado caracter: la dulce y sumisa Mariko Yashida, sometida al deber autoimpuesto hacia su familia y su apellido, y la salvaje Yukio, un alma libre y sin ataduras. Esta miniserie no solo contribuiría a enriquecer y ampliar el caracter del personaje, sino que además aclararía algunos aspectos de su naturaleza mutante (en especial todo lo que hace referencia a su factor de curación), y nos presentaría en última instancia lo que durante mucho tiempo ha sido la quintaesencia del personaje.
Aún así, si bien el misterio en torno a su origen ha sido uno de los rasgos definitorios de Lobezno, no se puede mantener a los lectores ignorantes durante mucho tiempo cuando éstos demandan saber más de uno de sus personajes favoritos. En los años 80 Lobezno era ya una estrella, disputándolo al mismísimo Spider-man el título de personaje más popular de la Casa de la Ideas. Así pues el mítico dibujante Barry Windsord-Smith asumió en 1991 la tarea de aclarar alguos aspectos del origen de Logan y lo hizo en un proyecto serializado en la colección Marvel Comics Present, que llevaba por título "Arma-X".
En las páginas de La Patrulla-X ya se habían ido aclarando algunos momentos cruciales del pasado de Lobezno. Sabíamos que había tenido un pasado duro, que había sido 'adoptado' por el matrimonio formado por James Hudson (futuro lider de Alpha Flight con el nombre código de Guardián) y su esposa Heather, que Hudson lo integraría en un proyecto auspiciado por el servicio secreto canadiense donde Logan recibiría el nombre código de 'Arma-X' y dónde recibiría sus afamadas garras y su esqueleto de adamantium. Sabíamos pues que tanto su esqueleto como sus garras no eran de origen natural, sino un inserto artificial, y que por lo tanto sus poderes mutantes residían en una fuerza y reflejos superiores, unos sentidos hiperagudos y, muy especialmente, un factor de curación que hacía que cualquier herida, envenenamiento o enfermedad sanase a una velocidad de vértigo.
Así pues Barry Smith parte de esas premisas para explicarnos las circunstancias en las que Logan adquirió sus garras y su esqueleto metálicos. Smith aplica su virtuosismo para el dibujo (de clara influencia pre-rafaelita) y construye un relato alambicado que nos sumerge en la mente del protagonista y su lucha interna para mantener su humanidad y sobreponerse a la bestia que yace en us interior. Barry Smith juega con las percepciones de forma intencionada, haciéndonos dudar de hasta que punto lo que estamos leyendo es algo real o algo que forma parte de la mente del protagonista.
'Arma-X' se convertiría en otra de esas obras de culto dentro del devenir del personaje, y posiblemente en el último gran relato sobre el mismo. A finales de los 80 Chris Claremont ya comenzaba a dar muestras de agotamiento en la franquicia mutante, y no sabía muy bién hacia donde evolucionar sus personajes. Buena muestra de ello es el personaje de Tormenta, que tras tener una evolución modélica que la convirtió en uno de los miembros más fascinantes del grupo mutante (primero asumiento sorpresivamente las labores de liderago, luego con un radical e inesperado cambio de imagen y actitud, finalmente con la pérdida de sus poderes, que hizo que no solo no perdiese interés, sino que lo enriqueciese aún más), finalmente iniciaría un camino hacia el estancamiento y la involución cuando recuperó sus dones en la saga "La caída de los mutantes". Lobezno, en las manos de Claremont, fué otro de esos personajes que terminó por acabar estancado.
Tras la marcha de Claremont de los título mutantes por diferencias creativas con la editorial, sus personajes y colecciones cayeron en manos de otros autores que no solo fueron incapaces de ofrecer un punto de vista original o novedoso sobre los mismos, sino que introdujeron cambios que, como poco, iba a ser bastante discutibles. Lobezno posiblemente fué el personaje que más perjudicado se vió en dicha tesitura. Los 90 y los años posteriores fueron una época, en general, de perdida de calidad e interés en los títulos de superhéroes de Marvel Comics. Lobezno, siendo el personaje marvelita, junto con Spider-man, de la Casa de las Ideas, fué sometido a una sobreexplotación que acabó con la paciencia de muchos lectores. Si el trepamuros protagonizaba 3 o 4 series mensuales y aparecía como invitado especial en otros títulos de la editorial, Lobezno no le iba a la zaga. Para hacernos una idea: el mutante de las garras de adamantium ha formado parte de la Patrulla-X, X-Force, los Vengadores e incluso los 4 Fantásticos, y durante una larga temporada ha simultaneado su pertenencia a 3 grupos distintos a un mismo tiempo (X-Men, X-Force y Vengadores) a la vez que protagonizaba sus propias aventuras en solitario en su propia colección, lo que dió pié a un socarrón episodio en el que se mostraba la complicada agenda semanal del mutante. Lobezno parecía haber desarrollado un nuevo poder mutante: el don de la ubicuidad.
Si esta sobreexplotación incidía en una sensación de agotamiento sobre el personaje, no menos irritantes (en mi opinión personal) resultaban algunos cambios aplicados en cuanto a su naturaleza y origen. Sus inicios sería reescritos en varias ocasiones, insistiendo en que lo que ya conocíamos sobre el personaje era falso, poniendo así a prueba la paciencia de muchos lectores. Pero aún más burdas resultaban algunas de la revisiones en cuanto a la naturaleza intrínseca del mutante, como el hecho de que Lobezno poseía unas garras de hueso naturales y que el adamantium era solo un revestimiento de las mismas, o aquella otra que nos intentaba convencer que gracias a su factor de curación Lobezno era prácticamente inmortal y mucho más viejo de lo que aparentaba, situando su origen en los albores de la guerra de la independencia americana.
Reconozco que en aquel mometo me apeé del personaje y de las colecciones mutantes porque no me convencían los cambios que me porponían, y no sería hasta mucho más tarde cuando volvería a reencontrarme con el 'viejo Logan'.
LAS VERSIONES CINEMATOGRÁFICAS...
Mientras Lobezno deambulaba con mayor o menos fortuna por diversas colecciones marvelitas, en el año 2000 se estrena la primera adapción en la gran pantalla de un comic Marvel de superhérores. Obvio naturalmente sub-productos previos que adaptaban con mediocres resultados a Spider-man, los 4 Fantásticos o el Castigador. "X-men", dirigida por Bryan Singer, inagura la edad de oro de los comics Marvel en las salas cinematográficas. No me extenderé de nuevo en los problemas de derechos que sobre los personajes Marvel se reparten Marvel Studios, Fox y Sonny Pictures. Sí recalcaré que no deja de ser curioso que en vez de optar por personajes más icónicos de la casa de las ideas (Spider-man o el Capitán América) el pistoletazo de salida se hiciese con un grupo de personajes que si bien eran los más vendidos de la editorial y los más populares entre los aficionados, no eran tan conocidos por el gran público y más aún por aquellos que no tienen ningún conocimiento del mundo de los superhéroes. Más o menos casi todo el mundo sabe quienes son Batman, Superman o Spider-man, pero ¿Lobezno? ¿Tormenta? ¿Cíclope? Esta primera producción no estaba exenta de riesgos, pero afortunadamente estos se saldaron con un considerable éxito de taquilla.
Este primer acercamiento de Brian Singer a la franquicia mutante no estaba exento de interés. Singer no deja de ser un artesano más o menos inspirado, sin una puesta en escena particularmente original ni una visión cinematográfica especialmente personal. Sus virtudes se muestran antres sobre el papel que detrás de la cámara y es ahí donde logró sus mayores aciertos en este primer film, al dotarlo de un enfoque socio-político buscando enfrontar las posturas idelógicas de Charles Xavier y Magneto, que como ya comenté en una ocasión pueden verse como trasuntos de Martin Luther King y Malcom X respectivamente. Es discurso lo conservó y amplió en la secuela de ester primer film.
Dejando a un lado interpretaciones de cualquier tipo, uno de los puntos fuertes de esta adaptación cinematográfica residía en el acierto de parte de su casting. A mí personalmente Halle Berry me parece una actriz mediocre, y carece de la fascinación que se supone a un personaje como Tormenta (modelos como Iman o Tyra Banks se acercan muy más a la 'divinidad' de Ororo); por otro lado James Mardsen es un actor bastente insípico, aunque también hay que admitir que poco podía hacer con un Cíclope tan desdibujado como el de este primer film. Ana Paquin es una actriz solvente y Famke Jansen, pese a lo limitado de su registro, tiene una presencia siempre fascinantes. Quienes realmente destacaban en el elenco eran, por un lado, Sir Ian McKellen derochando clase e ironía británicas, Patrick Stewart demostrando su saber estar, y un hasta entonces poco conocido Hugh Jackman haciendo valer un insospechado carisma.
"X-Men" lanzó a Hugh Jackman al estrellato y el australiado interpretaría al personaje de Lobezno en 7 ocasiones más incluyendo sendos cameos no acreditados en "X-Men: Primera generación" (2011) y "X-Men: Apocalipse" (2016). En el interín, en el 2009 Jackman interpretaria el primer film de Lobezno como protagonista en solitariom, "Lobezno: Orígenes", al que seguirían 2 secuelas más en el 2014 y ahora en 2017 con "Logan". Conviene señalar que si bien Marvel Studios siempre ha puesto un especial cuidado en mantener la cohesión interna de todas sus producciones, que funcionan como un todo perfectamente integrado, incluyendo productos televisivos como "Agentes de S.H.I.E.L.D." o "Agente Carter", Fox, propietaria de casi toda la franquicia mutante, ha preferido mantener la independencia argumental de cada uno de sus títulos. En este sentido, tratar de ordenar cronológicamente los diferentes títulos dedicados a los X-Men sin incurrir en inconsistencias de algún tipo (con personajes que se repiten pero que tienen un tratamiento diferente, por ejemplo, como sería el caso de Emma Frost, Deadpool, Mística, Dientes de Sable o los propios Xavier o Magneto) es una tarea condenada al fracaso.
En cualquier caso es innegable que la carrera de Jackman debe mucho a Lobezno, y el actor australiano no solo no reniega de él sino que siempre ha manifestado su agracecimiento hacia el personaje. Para mucho aficionados actor y personaje ya están unidos de forma indeleble, lo que no deja de ser curioso, por que en los comics Logan es bajito (poca más de 1,60 m.), malcarado y de rasgos duros, mientras de Hugh Jackman suepra el metro noventa y es innegablemente atractivo.
LAS FUENTES DE INSPIRACIÓN...
La primera aproximación de Mark Millar al personaje de Lobezno, aquella saga titulada "Enemigo del estado", era tan exagerada que rozaba la caricatura. Poco después, en el año 2008, volvería a retormar el personaje en una miniserie que trataba de ofrecernos una imagen inusual del mutante de las garras de adamantium. Os pongo en contexto, y para ello os aviso que voy a incurrir en algún que otro SPOILER necesario. La historia arranca con un Logan envejecido y agotado, que ha formado una familia y que vive retirado en una granja del medio oeste americano, habiendo dejado atrás su pasado superheroico y negándose en rotundo en volver a desenfundar las garras. Poco después sabremos que esta historia está situada en un futuro más o menos próximo, en el cual el territorio de los Estados Unidos se lo han repartido una caterva de los más importantes villanos del universo Marvel: el Doctor Muerte, Kingpin, una versión malvada de Hulk, Craneo Rojo... ¿Cómo hemos llegado a esta situación? ¿Cómo han conseguido los villanos hacerse con el control de los EEUU? ¿Porqué Lobezno vive un autoimpuesto retiro? Con la ayuda de Ojo de Halcón Lobezno llevará a cabo una misión que lo obligará a cruzar territorio enemigo y con el único objeto de conseguir dinero suficiente para saldar sus deudas y proteger a su familia.
"Old Man Logan" o "El viejo Logan", como se tradujo en nuestro país, es un comic particularmente crudo y violento. La historia de Mark Millar versa particularmente sobre la necesidad de redención, y lo que nos explica precisamente es el viaje de Logan en busca del perdón. ¿Y dónde reside la culpa? (y aquí viene un SPOLER de los gordos... quien avisa...). Lobezno a matado a todos sus compañeros de los X-Men, victima de la treta de un villano que le ha hecho creer que se estaba enfrentando a otros supervillanos. Cuando lo descubre primero intenta suicidarse, y cuando no lo logra (su esqueleto irrompible y su factor de curación se lo impiden), decide dejar atrás su pasado como superhéroe, prometer que nunca volverá a desenfundar sus garras y rehacer su vida como granjero y padre de familia, una familia completamente humana. Es esa la situación, la ausencia de los X-Men, la que aprovecharán algunos supervillanos para hacerse con el control del govierno americado y repartirse el territorio estadounidense.
SIMPLEMENTE LOGAN...
Cuando James Mangol, director de "Logan", se propuso adaptar "Old Man Logan" era perfectamente consciente de llevar a la pantalla el relato de Mark Millar tal como había sido concebido originalmente. En parte por sus elevadas dosis de violencia, en parte por el elevado presupuesto que exigía mostrar en la gran pantalla el futuro post-apocalitptico que nos muestra el comic, pero sobretodo por los problemas de derechos que le iban a impedir utilizar determinados personajes y determinados conceptos.
Así pues "Old Man Logan" se quedó simplemente en "Logan" y lo que en la obra de Millar era una historia sobre la busqueda de redención, en la película de Mangold se trasformo en un relato sobre la necesida de transmitir un legado.
¿De qué va realmente "Logan"? El film, situado también en un futuro próximo, nos muestra desde el inicio un Lobezno envejecido, torpe, agotado. Muestra una ligera cojera y tiene problemas para desenfundar sus garras. Los años han pasado y el factor de curación de Lobezno no funciona ya igual de bien. Las heridas tardan más en curar y cuando lo hacen dejan cicatrices permanentes. Este Lobezno ejerce de chofer, conduciendo una lujosa limusina alquilada para aquellos clientes que pueden permitirse pagarsela, y al mismo tiemo hace las veces de cuidador de un senil Charles Xavier que ha perdido el uso de sus poderes. Ambos viven una existencia escondida en una suerte de desguace de chartarra en mitad de un desierto de la América profunda.
Muy pronto se nos expica que los mutantes han desaparecido, y que los pocos que quedan son perseguidos y asesinados. Por el contrario hay personas que se somenten voluntariamente a implantes cibernéticos con el objetivo de obtener mejoras físicas, como es el caso de Donald Pierce, uno de los antagonistas de Logan en el film.
Ante la imposibilidad de adaptar “Old Man Logan” en la forma original en cómo fue concebida, Mangol opta por tomar el relato de Millar como fuente de inspiración y llevarlo a su propio terreno, ofreciéndonos una historia completamente original y, vale la pena destacarlo, francamente interesante.
Esta historia sobre legados se vertebra en torno a un peculiar triángulo que adopta visos de familia disfuncional. Un triángulo cuyos 3 vértices lo conforman Xavier (el abuelo), Logan (el padre) y Laura (la hija). Xavier ha fracasado en su misión de transmitir su Legado a una nueva generación de la cual Logan es el último exponente vivo. Las vivencias personales han trasformado a Logan en su ser descreído y desencantado, mientras que Xavier, pese a conservar intacto cierto grado de optimismo, se ha convertido en un viejo senil incapaz de controlar sus poderes. Precisamente en cierto momento del film se nos insinúa que Xavier ha sido el causante involuntario de la caída de los mutantes que los ha llevado al borde de la extinción, al haber aniquilado (se supone) por accidente a sus antiguos alumnos en un arrebato descontrolado de sus poderes mentales. Logan es el último superviviente de los X-Men, y ha adoptado no sin cierta desgana la labor de cuidar de un ahora desvalido Profesor X. Tarea que asume no con el convencimiento de hacer pervivir el legado de aquel, sino simplemente como un sentido de la obligación hacia su antiguo profesor. A Logan lo único que le preocupa ahora es el bienestar de Xavier y la supervivencia de ambos.
La irrupción de Laura, una niña mutante que, según se nos explica, ha sido tratada con el ADN del propio Logan, convirtiéndola así en una especia de hija putativa, alterará los planes de uno y otro. Xavier verá en ella una especie de nieta perdida, una persona a través de la cual podrá trasmitir y mantener vivo su antiguo legado de coexistencia pacífica entre humanos y mutantes. Logan se mostrará al inicio reticente a asumir dicha tarea, pero aceptará llevarla a cabo movido por sentido del deber. En el camino Logan deberá hallar las razones para recuperar el legado de Xavier, renovar su creencia en él y encontrar la motivación para buscar nuevos depositarios de dicho legado, al tiempo que deberá aceptar una forzada paternidad.
Así pues, la historia de búsqueda de redención de “Old Man Logan” se transforma en “Logan” es una historia sobre legados generacionales. Mangold se distancia intencionadamente tanto de la obra de Mark Miller como de los films precedentes de la franquicia mutante. Por un lado, despoja la historia de cualquier pátina superheroica, ofreciéndonos a cambio un film que oscila entre la road movie y, sobretodo, el western crepuscular. Se pueden trazar paralelismos entre este “Logan” y el “Sin perdón” de Clint Eastwood, y el hecho de que en un momento del film se inserten imágenes de “Shane” de Georges Stevens, film del 1964 interpretado por Alan Ladd y que en España conocimos bajo el título de “Raíces profundas” no es trivial, pues dicho film nos habla precisamente del peso del pasado y de la imposibilidad de cambiar la naturaleza humana, y de cómo ese pasado condiciona nuestro presente y afecta a las personas que nos rodean. Si se puede trazar un paralelismo entre el protagonista de “Shane” y el de “Sin perdón”, para puede establecerse las mismas comparaciones entre ambos y el Logan de este último film de James Mangold, pues este Lobezno también es un personaje al que le abruma el peso de sus acciones pasadas, muchas de ellas vinculadas a un pasado violento y oscuro como soldado, mercenario y asesino. La elección de un referente como ”Shane” cobra además un nuevo sentido cuando nos fijamos en la relación paterno-filial que se establece entre el personaje de Alan Ladd y el niño co-protagonista, relación que, salvando las distancias, también tiene su reflejo en “Logan” en la relación, al principio forzada y renuente, que se establece entre Lobezno y Laura, relación que irá mutando a lo largo del film, desde la indiferencia hacia el cariño sincero, pasando por la aceptación y la necesidad de contacto humano.
La carrera de James Mangold, el director de "Logan", es un tanto errática. Entre otros films en su filmografía podemos encontrar la insulsa y ñoña "Kate & Leopold" (2001), la correcta aunque interesante "En la cuerda floja" (2005), la entretenida "El tren de las 3:30" (2007) y la irregular "Lobezno inmortal" (2013). A mí personalmente no me parece un director particularmente dotado o con un visión personal en su forma de hacer y entender el cine. Se desenvuelve correctamente en las escenas de acción, pero destaca más en los momentos intimos. Quizás por eso este "Logan" se ha salido mejor, en mi opinión, que su anterior incursión en las aventuras del mutante. Son precisamente en las escenas en que interactúan Logan, Xavier y Laura donde vamos a encontrar lo mejor del film, y también destacaría la buena caracterización que nos ofrece tanto de Calibán como del villano de la función, Donald Pierce, que no es un villano al uso y del cual nos ofrece un interesante retrato de personaje con fisuras y no exento de cierta fragilidad. En este sentido cabe destacar la absoluta entrega de Patrick Stewart y Hugh Jackman en sus papeles. Mangold les ha permitido hacer evolucionar sus personajes ofreciéndonos unas caracterizaciones muy diferentes de las que habíamos visto hasta la fecha. Si Patrick Stewart nos había mostrado anteriormente un Xavier rígido, formal, en una interpretación un tanto constreñida (el estar permanentemente sentado en una silla de ruedas contribuía a ello), ahora nos regala un auténtico recital interpretativo, un Xavier senil, frágil, consumido, con arranques de locura, un retrato patético no exento de ciertos momentos humoristicos (oir al Profesor X lanzar según que exhabruptos puede resultar todo un shock para los conocedores dle personaje). Por otro lado Hugh Jackman también hace avanzar a su personaje hacia un nuevo status, menos 'de una pieza', menos resolutivo; su Logan es un individuo roto, quebrado, superado por las circunstancias, que mira de sobrevivir como puede, sin ilusiones ni ambiciones. Ambos realizan un trabajo interpretativo magnífico, y si no estuviésemos hablando de un film de género, y más aún de uno tan denostado por ciertos sectores de la crítica especializada, posiblemente habrían obtenido y mayor (y merecido) reconocimiento a tu trabajo en forma de premios.
"Logan" es un film seco, duro, sin concesiones. No tanto por su violencia gráfica como por el tratamiento dramático de la historia. Pero también es el primer film de la franquicia mutante producida por Fox que logra emocionar al espectador. Como film de superhéroes puede ser más modesto que películas como "Vengadores" o cualquier otra de las que han salido de Marvel Studios, pero como film dramático supera a cualquiera de ellos. Su trama no está exenta de elementos de interés más allá del mero relato de aventuras, sus interpretaciones son de primer orden y su realización es más que correcta. Quizás "Logan" debería ser el espejo en que se mirasen las próximas producciones basadas en personajes de la Marvel Comics.
En resumidas cuentas: ¿Lo mejor? El caristma que derrochan tanto Hugh Jackman como Patrick Steward; el tono crepuscular del film; las escenas en que Dafne Keen no habla. ¿Lo peor? Dafne Keen apunta maneras de actiz, pero en el momento en que abre la boca su personaje pierde interés, y no por que la joven actriz haga una mala interpretación, sino simplemente porque le resta misterio al personaje de Laura.






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