sábado, 27 de febrero de 2016

OSCARS 2016: THE NOMINEES ARE...


Un año más y una nueva ceremonia de entrega de los Premios de la Academia de Hollywood, más popularmente conocidos como 'Los Oscar'. Como cada año he intentado ver la mayoría de los films nominados antes de la entrega, para poder tener mejor criterio a la hora de decidir cuál es mi favorito. Como cada año alguna película no he podido verla a tiempo. De cualquier forma la quiniela hay que hacerla.  por mucho que critiquemos estos premios y pretendamos que no nos interesan, lo cierto es que no podemos dejar de prestarles atención, sea por la razón que sea. Yo confieso que me divierten. Me divierte analizar las razones porqué algunas películas no obtienen la nominación y otras se alzan con el premio. Me divierte analizar los pormenores de la ceremonia. Me divierte criticar las actitudes o los outfits de algunos de los asistentes. Quizás sea por nostalgia, porque recuerdo con cariño cuando, de niño, me paraba frente al televisor y no me perdía el resumen completo de la ceremonia... cuando lo hacían en abierto.

En fin, vayamos al grano: la quiniela de los Oscar.

MEJOR PELÍCULA:
- ¿Quién creo que ganará? "El renacido".
- Mi favorita: "Mad Max. Fury Road". ¿Porqué? Porque es un film brutal, cargado de adrenalina, y sin la pretenciosidad del film de Iñárritu.

MEJOR DIRECTOR:
- ¿Quién creo que ganará? George Miller.
- Mi favorito: George Miller. ¿Porqué? Porque ha puesto toda la carne en el asador a la hora de dirigir "Mad Max", y porque recupera una forma más física de hacer cine.

MEJOR ACTOR PRINCIPAL:
- ¿Quién creo que ganará? Leonardo DiCaprio.
- Mi favorito: Bryan Cranston. ¿Porqué? Sin desmerece al resto de sus competidores, el protagonista de "Trumbo" se entrega de forma absoluta a una interpretación llena de matices.

MEJOR ACTRIZ PRINCIPAL:
- ¿Quién creo que ganará? Brie Larson.
- Mi favorita: Charlotte Rampling. ¿Porqué? Brien Larson es la sorpresa y la apuesta indie, pero la trayectoria de Rampling merece un reconocimiento que hasta ahora nunca le han dado.

MEJOR ACTOR SECUNDARIO:
- ¿Quién creo que ganará? Mark Ruffalo.
- Mi favorito: Mark Rylance. ¿Porqué? Quiero creer que el excesivo reconocimiento a Stallone no pasará de la nominación, y Rylance hace de la economía expresiva su mejor baza interpretativa.

MEJOR ACTRIZ SECUNDARIA:
- ¿Quién creo que ganará? Kate Winslet.
- Mi favorita: Rooney Mara. ¿Porqué? El trabajo de Winslet en "Steve Jobs" es espléndido, pero la interpretación de Mara en "Carol" resulta mucho más conmovedora.

MEJOR FILM DE ANIMACIÓN:
- ¿Quién creo que ganará? "Del revés".
- Mi favorita: "Anomalisa". ¿Porqué? Porque de los nominados es el film que asume mayores riesgos, y porque demuestra que en la animación todavía se pueden explorar nuevos terrenos narrativos.

MEJOR BANDA SONORA:
- ¿Quién creo que ganará? Ennio Morricone por "Los odiosos 8".
- Mi favorito: Ennio Morricone. ¿Porqué? Porque junto a John Williams (su máximo rival en esta edición), es una de las últimas leyendas vivas de la música cinematográfica, porque en el último film de Tarantino demuestra estar en plena forma y ser capaz de innovar y sorprender, y porque nunca le han dado un Oscar y se lo merece más que ningún otro.

MEJOR CANCIÓN:
- ¿Quién creo que ganará? Sam Smith por "Spectre".
- Mi favorita: "Simple song nº 3" de "La Juventud". ¿Porqué? Simplemente porque es la más bonita de todas las nominadas, y porque se aparta por completo del canon de 'canción pop oscarizable'.

MEJOR GUION ORIGINAL:
- ?Quién creo que ganará? "Del revés" .
- Mi favorito: "Spotlight". ¿Porqué? Porque de las muchas posibilidades que ofrecía el argumento, apuesta por la menos trillada.

MEJOR GUION ADAPTADO:
- ¿Quién creo que ganará? "The Martian".
- Mi favorito: "Carol". ¿Porqué? Porque es sutil y complejo a la vez, porque está cargado de matices y porque juega con las emociones dejando espacio para que el espectador saque sus propias conclusiones.

MEJOR FILM EN LENGUA EXTRANJERA:
- ¿Quién creo que ganará? "El hijo de Saul".

lunes, 8 de febrero de 2016

MUJER CONTRA MUJER

Si hay una década en la que Todd Haynes parece sentirse cómodo, a tenor de las últimas producciones en las que se ha involucrado en director californiano, esos son los años 50 y 60. Y para muestra ahí tenemos títulos como “Lejos del cielo” (2002), la serie televisiva “Mildred Pierce” (2010) o su último film, “Carol” (2015), que se estrena estos días en nuestras pantallas. Además de la época estas tres producciones comparten otras cosas: su cuidada recreación de la época, su exquisita puesta en escena, el fascinante retrato de personajes femeninos y el maravilloso trabajo actoral de sus actrices protagonistas: Julianne Moore en “Lejos del cielo”, Kate Winslet en “Mildred Pierce” y Cate Blanchet y Rooney Mara en “Carol”.
Haynes en esta ocasión se ha fijado en un poco conocido relato de Patricia Highsmith, una de las damas indiscutibles de la literatura de ‘crimen y misterio’, conocida muy especialmente por la creación del popular personaje de Tom Ripley. Si bien en esta ocasión la escritora tejana ha dejado de lado sus habituales tramas criminales para hablarnos de la relación entre dos mujeres de diferente extracción social, relato que además Haynes utiliza para poner de relieve la hipocresía de una sociedad y una época tradicionalmente retratada como ‘feliz’. Pero pongámonos primero en contexto. 
Patricia Highsmit vivió una infancia poco feliz marcada por el divorcio de sus padres y por la relación complicada que mantuvo con su madre. Lectora voraz desde muy tierna infancia, rápidamente se interesó por temas relacionados con la culpa, la mentira y el crimen, temas que se convertirían en el eje central de su obra. Descubrió su homosexualidad a la edad de 21 años, aspecto que estaría presente de forma más o menos obvia en su obra (algunos de sus personajes, el propio Tom Ripley entre ellos, exhiben a veces una intencionada ambigüedad sexual). Su vida personal fue más bien problemática, en parta por su alcoholismo, en parte por sus complejas relaciones familiares, pero también por cierta tendencia a la misantropía, lo que hizo que nunca tuviese una relación sentimental duradera.
En su obra la mentira y el sentimiento de culpa suelen jugar un papel destacado, y a veces sus personajes rozan la psicopatía, moviéndose en la tenue frontera que separa el bien del mal. De hecho, su personaje más popular, Ripley, es un inteligente estafador y un ladrón y asesino ocasional, que no se somete a la moral establecida y crea sus propios valores, y al contrario que lo habitual, no es castigado ni atrapado por la policía e inicia un gran ascenso social. Por lo general la visión que se desprende de los relatos de Patricia Highsmith es depresiva, pesimista y sombría, como lo es también su concepto del ser humano. Sin embargo, el retrato de sus personajes, que se mueven muchas veces en el ámbito de la marginalidad, es tan rico como fascinante, especialmente aquellos que destacan por su turbiedad y su ambigüedad moral, muchos de los cuales explotan la hipocresía social para medrar socialmente.
Patricia Highsmith ha sido adaptada al cine en varias ocasiones, mayormente con notables resultados. Entre las adaptaciones más reconocidas figuran: “Extraños en un tren” (1950), dirigida por Alfred Hitchcock a partir de un guion adaptado por el mismísimo Raymond Chandler; la magistral “A pleno sol” (1960), que adapta la novela “El talento de Mr. Ripley”, dirigida por René Clement e interpretada por Alain Delon; y “El amigo americano” (1977), muy personal revisión de “El juego de Ripley” dirigida por Win Wenders.
Su novela “Carol”, que relata una problemática historia de amor entre dos mujeres, con un final feliz insólito para la época, fue publicada originalmente bajo pseudónimo en 1952 y con el título de “El precio de la sal”. Algo más de 30 años después se reimprimió con el título final de “Carol” y descubriendo la verdadera autoría de Highsmith. En el epílogo de la obra su autora concluía con las palabras: "Me alegra pensar que este libro les dio a miles de personas solitarias y asustadas algo en que apoyarse".
Es fácil descubrir qué aspectos de la obra impulsaron a Todd Haynes, homosexual declarado, a querer filmarla. Haynes debutó en 1991 con el largometraje “Poison”, basado en varios escritos de temática homosexual de Jean Genet. Este trabajo, además de reportarle premios en el Festival de Sundance y en la Berlinale, le convertiría en una de las promesas del New queer cinema. En el año 2002 rueda “Lejos del cielo”, film que denuncia la hipocresía de la sociedad bienpensante de los años 50, al mostrar como un matrimonio aparentemente modelo, interpretado por Julianne Moore y Dennis Quaid, se ven obligados a enfrentarse respectivamente al racismo y la homofobia la época para intentar alcanzar su ideal de felicidad. En este sentido “Carol” no es tanto una historia de denuncia o de retrato social, como una historia de amor fou.
Si el referente estético y narrativo de “Lejos de cielo” era Douglas Sirk, en “Carol”es David Lean y su mítica "Breve encuentro" (1968). En manos de otro director la historia de Carol Aird y Therese Belivet hubiese dado pié a un drama desaforado (es fácil imaginarse lo que hubiese hecho, por ejemplo, Pedro Almodovar con una historia similar), pero Haynes optar por observar a ambas mujeres desde la distancia, lo cual no significa que su aproximación sea fría, sino discreta. Así pues optar por narrar la historia desde la contención más absoluta. La referencia a "Breve encuentro" no es ni mucho menos baladí, pues a diferencia de la novela original, de tinte autobiográficos y en la que tan solo conocemos el punto de vista de Therese, en el film se da también voz a Carol, y la historia es vista desde los puntos de vista, a veces antagónicos, de ambas mujeres. Como en la película de David Lean, la protagonistas, Carol y Therese, se conocen de una manera casual, y poco a poco irán entrelazando encuentros en los cuales se irán descubriendo la una a la otra e iniciando un viaje, metafórico y físico, que tendrá distintos significados para cada una: el de Therese es un viaje de descubrimiento, iniciático; el de Carol es un viaje de reafirmación, en el que lidia con sentimientos encontrados de deber y obligación por un lado, y de necesidad de libertad y expresión propia por otro.
Todo en "Carol" respira elegancia y al mismo tiempo tristeza: desde la magnífica partitura de Carter Burwell a la esquisita puesta en escena de Todd Haynes. En este sentido el director californiano ha optado por ofrecernos una miráda oblícua sobre la historia y los personajes, de ahí que ilustre la historia haciendo uso a veces de planos sesgados, en los que los personajes hablan fuera de plano, potenciando así esa sensación de que esconden secretos, de que hay palabras que no se dicen, de que los sentimientos bullen bajo piel. Su enfoque es discreto y la ausencia de dramatismo y de poses histriónicas, contribuyen a aumentar el noto melancólico del relato. Es curioso como esa mirada oblícua y a veces distante en la forma de narrar de "Carol", puede reforzar al mismo tiempo una sensación de vouyerismo en el espectador, que asiste al drama íntimo de esta dos mujeres como si las estuviese observando a través de la mirilla de una puerta. Haynes pone un especial cuidado en los encuadres, que tienen muchas veces una cualidad casi pictórica, y sobre todo en la manera de enfocar y desenfocar los rostros de las actrices, como las escenas en que vemos el rostro borroso de Rooney Mara a través de los cristales empañados de un coche, como si fuese una máscara, una metáfora de que su verdadero rostro, su verdadero yo, se encuentra escondido bajo la superficie.
Y si Cate Blanchett y Rooney Mara están esplendidas, tampoco sería justo olvidarnos de la excelente Sara Paulson, que interpreta a la mejor amiga y confidente de Carol, ni a Kyle Chandler, que da vida al atribulado y confundido marido de aquella.
Pero no se puede hacer mención a la excelencia de este film sin hacer incapié en el esplendido trabajo actoral de Cate Blanchett y Rooney Mara. La primera es todo elegancia y sofisticación, una mujer mundada, con muchas experiencias a sus espaldas, que debe lidiar con un matrimonio infeliz y luchar por encontrar su lugar el mundo sin tener que renunciar a ser ella misma, no importa los sacrificios que deba hacer por el camino; y Rooney Mara es su contrapunto perfecto, la viva imagen de la dulzura e inocencia, un chica más joven que como ella misma dice en un momento del film 'aún no sabe lo que quiere'. Ambas actrices se entregan de forma absoluta a sus papeles. La seductora y profunda voz de Blanchett y la mirada triste de Mara encierran matices que traspasan la pantalla. Es dificil destacar un momento o dos de cualquiera de estas actrices en este film, y más cuando ambas tienen que hacer frente a interpretaciones muy controladas, que en muchos aspectos reflejan las convenciones de la época, la hipocresía social que surje de la necesidad de mantener las apariencias antes que dar rienda suelta a los sentimientos. Pero aún a riesgo de incurrir en algún spoiler, yo destacaría tres: la conversación interrumpida en que Blanchet dice el único 'te quiero' del film, las lágrimas de Mara viajando en tren i confundiendose con las gotas de lluvia, y la última mirada de Blanchett en el film, el último plano suyo, con una sonrisa leve, apenas insinuada, pero que es todo un torrente de emoción.
En resumidas cuentas: ¿Lo mejor? Su duo de protagonistas femeninas, simplemente magistrales, y la contenida, elegante y sofisticada puesta en escena de Todd Haynes. ¿Lo peor? Precisamente que esa misma contención pueda ser confundida con frialdad.