domingo, 30 de octubre de 2022

SOBRE LOS ANILLOS DEL PODER (Parte I)

Pocas producciones televisivas han generado recientemente tanta controversia como "El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder" de Amazon Prime. La serie ha creado una fuerte división entre crítica y fandom, y si bien la primera se ha mostrado ampliamente favorable a la serie, el fandom ha vertido críticas furibundas hacia la misma llegando incluso al protagonizar un fenómeno de review bombing (bombardeo intencionado de críticas negativas) que yo considero francamente despreciable.

Pero, ¿hay realmente para tanto? El 99% de las críticas negativas que yo he leído o escuchado se basan únicamente en reseñar la falta de respeto de la serie respecto al canon literario establecido por el autor de "El señor de los anillos", J.R.R. Tolkien. Yo, por el contrario, voy a situarme entre los pocos que defienden esta producción televisiva, y voy a tratar de explicar el porqué, pero para ello primero voy a tratar de establecer un debido cotexto para matizar mis opiniones.

CONTEXTO I: EL LEGENDARIUM

"El Hobbit" fué la primera obra publicada de Tolkien en vida, allá por el 1937. Si bien mucho antes Tolkien ya llevaba tiempo trabajando en una obra que iba a ser el corpus literario de su legendarium y que inicialmente era conocida como "El libro de los cuentos perdidos". Tolkien tenía entonces la intención de crear lo que el concibió como una "mitología propia para Inglaterra", y que tenía su principal inspiración en las leyendas nórdicas. Esa inspiración surgía en parte de la devoción que Tokien sentía por las leyendas y los cuentos de hadas tradicionales centroeuropeos y en parte por la admiración hacia las lenguas nórdicas y en particular el finés, que a la larga se acabó convirtiendo en la base sobre las que el escritor creó las lenguas élficas: el quenya y el sindarin. Tolkien no ocultó un cierto menosprecio hacia la mitología clásica grecoromana, y es en parte comprensible, pues mientras que en llos mitos nórdicos predominan temas más "elevados" (el honor, la venganza, la redención...), salvo las grandes excepciones de algunos héroes clásicos (Ulises, Aquiles, Jasón, Perseo...), las principales motivaciones de la mayoría de los personajes de la mitología clásica suelen ser más prosaicas: el deseo, la lujuria, la envidia..., sobretodo cuando hacemos referencia a los dioses olímpicos. El legendarium que pretendia construir Tolkien tenía que estar fundamentado sobre ideales mucho más nobles, idea que surge del fuerte convencimiento católico del autor.

Tolkien no vería acabada en vida la construcción de dicho legendarium, debido principalmente a las contínuas revisiones y reescrituras de los diferentes cuentos y relatos que formaban parte del mismo. Dicha obra inacabada sería recopilada y reestructurada por su hijo Christopher tras la muerte de su padre, dando pié, primero, a "El Silmarilion" (relato fundacional de toda la obra de Tokien basada en Arda y la Tierra Media) y posteriormente a las obras que estudian la concepción de los relatos perdidos como "Los hijos de Húrin", "Beren y Luthien" o "La Caída de Gondolin". Pero mientras trabajaba en dicha obra mitológica, frente a la cual Tolkien optó por adoptar la postura no de creador sino más bien de cronista, Tokien escribió "El hobbit".


"El Hobbit", obra que surgió de manera casi accidental a partir de una frase casual escrita en el margen de una hoja ("En un agujero en el suelo vivia un hobbit"), incialmente no era más que un relato que Tolkien concibío para entretener a sus propios hijos. Tolkien leyó algunos fragmentos de este relato a algunos de sus colegas del grupo literario "The Inklings" (del que también formaba parte C.S. Lewis, autor de "Las crónicas de Narnia"), y fueron estos los que le animaron a publicarlo. Tokien presentó el texto a los editores Allen & Unwin, que le animaron a finalizarla y la publicaron en 1937. La obra se convirtió en un inmediato éxito de crítica y ventas.

Tal fué el éxito de la obra que los editores convencieron al escritor para escribir una secuela, y es aquí donde surgieron ciertos problemas. "El hobbit" era un relato concebido totalmente al margen del legedarium que estaba construyendo Tolkien y del cual no quería distanciarse. Así pués dicha secuela sufrió no pocas reescrituras para acabar integrándose en el corpus de la mitología de la Tierra Media, y por ello algunos de los hechos narrados en "El hobbit" fueron reintepretados tras la escritura de "El Señor de los Anillos", que es cómo acabó titulándose dicha secuela.

No cabe duda que "El Señor de los Anillos" es la obra más famosa, apreciada y valorada por el fandom por más que a) era una obra de encargo que Tokien nunca tuvo intención de escribir, y b) es una secuela de una obra previa que surgió de manera casi accidental. Los editores demandaban a Tolkien un nuevo relato de y sobre hobbits, cuando en realidad lo que él quería escribir era una relato más épico, más maduro, más "elevado". Tolkien acabó encontrando el equilibrio entre lo que él queria narrar y lo que le pedian editores y lectores, dando como resultado una obra que fué cambiando de tono, más solemne y más oscuro que "El Hobbit", que a la postre no deja de ser un relato de aventuras fantásticas orientado a un lector juvenil. Es interesante seguir el proceso de revisión y rescritura contínuos a los que el escritor sometió a esta obra (lease la "Historia de la Tierra Media" recopilada por su hijo Christopher), y como al final el autor encontró a manera de integrar dicha historia de una manera orgánica dentro de la gran obra mitológica que iba a narrar la Historia de Arda y la Tierra Media. Tokien querría narrar historias de elfos y hombres; lectores y editores le pedía más aventuras con hobbits como protagonistas; en la versión final de la obra todos ellos tiene voz propia en el gran relato de la Guerra del Anillo.

Me gustaría aquí hacer un inciso aquí para hablar del conflicto que tenía el autor entre dar rienda suelta a sus deseos personales como narrador y la deuda que el sentía que había contraído con los lectores que había contribuido a popularizar sus libros, pues el estudioso Tom Shippey define a Tokien (creo yo que acertadamente) como un escritor "no profesional", en el sentido que él escribe lo que él, como lector, le gustaría leer, y no duda en utilizar a veces de manera una tanto burda alguos recursos literarios como la elipsis siin preocuparse realmente que ello pueda frustar las expectativas de los lectores. Es particularmente sangrante el pasaje omitido de "El Hobbit" que hace referencia a la batalla de Concilio Blanco contra el Nigromante: Tokien siente que necesita sacar temporalmente a Gandalf del relato, y cuando más tarde lo recupera en la narración no es sino hacia el final del libro que despacha en apenás un par de frases que Gandaf ha ayudado en la batalla con el Nigromante. Es una elipsis brusca y forzada que Tokien no siente necesario explicar en detalle por mucho que los lectores quieran saber más al respecto. Cuando Tolkien escribe "El Señor de los Anillos" y tiene que dar una nueva interpretación a los hechos narrados en "El Hobbit", recupera dicho episodio pero solo de manera sucinta, frustrando de nuevo los anhelos del lector de más información al respecto. Así pués Tolkien se hallaria pues en las antípodas de un escritor como George R. Martin, autor de "La Canción de Fuego y Hielo", quien conocedor de todas las terorias vertidas por sus lectores en internet, gusta de jugar con las expectativas de los mismos para frustarlas o satisfacerlas a conveniencia.

Conviene decir aquí que aunque se ha covertido con el tiempo en una de las obras de referencia de lo que se denomina "Alta Fantasia", y que ha ejercido una influencia indiscutible en obras y autores posteriores (Ursula K. Leguin y sus "Libros de Terramar", George R. Martin, Robert Jordan y un larguísimo etc.), en el momento de su publicación (entre 1954 y 1955) la critíca especializada dispensó a "El Señor de los Anillos" una recepción más bién fría y poco alagüeña. Sin embargo ello no impidió que el libro tuviese una enorme acogida popular, siendo adoptada, por ejemplo, como uno de los textos de referencia de la contracultura y el movimiento hippie americano por su caracter anti-belicista (volveremos sobre ello), y convirtiendose con el tiempo en uno de los libros más leídos de la historia de la literatura.

No fué hasta 1977, años después del fallecimiento de su padre, que Christopher Tokien publica "El Silmarilion". El libro en realidad recopila varios relatos: el "Ainulindale" que narra el orignen del mundo, el "Valaquenta" que habla de los poderes y funciones de los Valar, el "Quenta Silmarillion" propiamente dicho, que narra la saga de la creación, búsqueda y perdida de los Silmarilii, el "Akallabeth" que narra la caída de Numenor, y el epílogo "De los anillos de poder y la tercera edad". El "Quenta Silmarllion" a su vez engloba en una única narración algunas de las leyendas que inicialmente formaban parte del "Libro de los cuentos perdidos" como son "La balada de Beren y Luthien", "Los hijos de Hurín" o la "La Caída de Gondolin". Todos estos relatos, que arrancan con la creación de Arda (el Mundo), los ubicó Tolkien en la 1º edad ("Ainulindale", "Valaquenta" y "Quenta Silmarillion") y la 2ª edad ("Akallabeth") del mundo, y por ese motivo decidió entonces ubicar las narraciones de "El hobbit" y "El señor de los anillos" en la 3ª edad.


CONTEXTO II: IDEOLOGIA

"El Señor de los Anillos" ha sido analizado e interpretado desde muy diversas perspectivas, no solo literarias, sino también mitológicas, filosóficas, teológicas e incluso políticas, y aún así Tokien siembre negó cualquier intención alegórica en su obra, lo cual no significa que el autor, de una manera más o menos consciente, vertiese buena parte de su pensamiento filosófico y teológico en sus escritos, así como su visión personal del mundo y la sociedad que le tocó vivir. Tokeien prefería hablar de "aplicabilidad" antes que de alegoría. Al respecto conviene señalar que Tokien era un devoto católico, y que su pensamiento cristiano se haya presente en buena parte de su obra. Como devoto cristiano Tokien aborrecía cualquier forma de violencia o discriminación hacia otras razas o pueblos, y manifestó públicamente su rechazo al nazismo del Tercer Reich, el comunismo stalinista de la antigua Unión Soviética o los movimientos apartheid de su Sudáfrica natal, de ahí que cualquier interpretación de su obra en clave racista, xenófoba o misógina carezca de fundamento.

Otro de los grandes pilares ideológicos de su obra se basa en su profundo convencimiento pacifista y antibelicista, que surge de su contemplación de los horrores de la guerra durante la 2ª Guerra Mundial, en la cual participó activamente como parte del ejercito inglés. Y aunque de nuevo Tokien niega una intención alegórica, no son pocos los que ven en el anillo único de "El Señor de los Anillos" una parábola de la bomba atómica de Hiroshima-Nagasaki. Tolkien manifestó su repugnancia ante la utilización de la bomba al final de la Gran Guerra, de ahí que en su obra aboga siempre por la destrucción del anillo y nunca de su utilización, ni aunque fuese para los más nobles fines.

Por último conviene resaltar su postura conservacionista en terminos de ecologismo. Tolkien no se oponía al progreso, pero si al crecimiento desmesurado y descontrolado de una industrializacón que estaba acabando con el tradicional paisaje rural inglés, aspectos que fueron plasmados en varios paisajes de "El Señor de los Anillos", obra en la que Tokien vuelca de manera profusa su amor por los árboles y los bosques de Inglaterra.

CONTEXTO III: LA CUESTIÓN DE LOS DERECHOS

Es necesario señalar que Tokien no se oponía a una adaptación cinematográfica de su obra, si bien es cierto que el únicamente la veía posible como film animado debido a las limitaciones y la complejidad de una eventual adaptación en imagen real. Conviene señalar que "El Silmarilion" no se publicaría hasta 1977, años después del fallecimiento del autor en 1973, y que Tolkien entabló conversaciones sobre los derechos cinematográficos de us obra a finales de los 60. El autor vendió en vida los derechos sobre "El hobbit" y "El Silmarilion" en 1969 a la United Artist. Por aquel entonces Tolkien puso de manifiesto la condición que de dichos derechos no debían caer en manos de Walt Disney, al que despreciaba por la forma en como había infantilizado y pervertido la esencia de los cuentos tradicionales centroeuropeos, incluidas las adaptaciones de otras obras de Perrault, Carlo Collodi, Lewis Carroll o Rudyard Kipling. Tokien, asimismo, no objetaba que una adaptación pudiese aportar cambios respecto a la obra original, pues entendía que cine y literatura son medios de expresión que utilizan recursos narrativos distintos, pero no admitía que una adaptación alterase el caracter de los personajes o adulterase el sentido y esencia de la obra original.

En 1976 el productor Saul Santz compraría los derechos cinematográficos a la United Artist y produciría una adaptación en formato animado de "El Señor de los Anillos", dirigida por el visionario Ralph Bakshi y estrenada en 1978. Dicha obra tan solo adaptaba de forma parcial los 2 primeros libros de la trilogía, "La comunidad del anillo" y "Las dos torres", y concluía con la batalla en el Abismo de Helm, quedando por tanto inconclusa. Aunque con el tiempo se ha convertido en un film de culto, la acogida comercial en el momento de su estreno fué más bien tíbia. Previamente en 1977 el tamdem Arthur Rankin y Jules Bass había producido una adaptación animada de "El hobbit", y ya en 1980 acometerion la tarea de concluir la adapatación inacabada de Bakshi en un telefilm titulado "El retorno del Rey". 

Los derechos cinematográficos de la obra de Tolkien siguieron un tortuoso camino primero a través de la Miramax de Harvey Wenstein hasta acabar finalmente en las manos de New Line Cinema, lo que permitió a Peter Jackson llevar a buen puerto su sueño de rodar una trilogía basada en "El Señor de los anillos" que se estrenaría durante el 2001 ("La comunidad del anillo"), el 2002 ("Las dos torres") y el 2003 ("El retorno del rey"). Los derechos de "El hobbit" los retendría Tolkien Enterprises, compañia fundada por Saul Saentz para explotar los derechos cinematográficos de la obra de Tolkien, auqnue finalmente se llegaría a un acuerdo con Warner Pictures y New Line Cinema para producir una nueva trilogía basada en "El Hobbit" que se estrenaría, de nuevo bajo la dirección de Peter Jackson, en 2012 ("Un viaje inesperado"), 2013 ("La desolación de Smaug") y 2014 ("La batalla de los cinco ejercitos").

En 2017 Amazon Prime anuncia que ha adquirido los derechos de "El señor de los anillos", y aquí conviene aclarar un par de detalles: los derechos de "El hobbit" y "El señor de los anillos" como tal los conserva Warner, mientras que los derechos de "El Silmarilion" y los "Cuentos inconclusos" obran en poder de la Tolkien State. Christopher Tolkien, último propietario de los derechos de estas 2 últimas, cedió los mismos a la Tolkien State con la condición expresa de que nunca diesen su consentimiento para una adaptación cinematográfica o televisiva. Así que, hoy por hoy, no hay posibilidad alguna de ver en pantalla grande o pequeña una adaptación de la obra de Tokien que narre la guerra de los Silmarilii, la historia de Beren y Luthien o la Caída de Gondolin.

Así pués, ¿cual es el contexto del que parte Amazon Prime para hacer su adaptación televisiva? Dado que no puede utilizar de manera explícita material extraído directamente de "El Silmarilion" o los "Cuentos inconclusos", ni tampoco utilizar el material ya tratado por Peter Jackson en los dos trilogias cinematográficas, la compañía de Jeff Bezos ha utilizado el material sobre el cual tiene derechos de explotación y sobre el cual a su vez aún no se ha hecho ninguna adaptación: los Apendices incluídos en "El señor de los Anillos". No hablamos, pues, de un relato propiamiente dicho, sino más bien de una recopilación de datos: genealogías, mapas, notas sobre escritura y pronunciación del lenguage élfico, ejes cronológicos... Como punto de partida es vago y da pie a muchas especulaciones, además de ofrecer un amplio margen de libertad (quizás demasiado) para construir un relato totalmente nuevo e inventado. Pero ese mismo material, por vago que sea, está repleto de nombres (en las genealogías) y hechos (la cuenta de los años) ubicados en la 2ª y 3ª edad del Mundo previos a los hechos narrados en "El hobbit" y "El señor de los anillos". Así pues los guionistas y show runners de "Los Anillos del Poder" pueden utilizar esos datos y elucubrar tramas inventadas a partir de los mismos siempre que a) no hagan referencias explícitas a personajes o hechos presentes en las obras sobre las cuales no tienen los derechos, y b) no contradigan ninguno de los hechos narrados en las obras escritas por J.R.R. Tolkien. 

Tom Shipey, uno de los máximos expertos mundiales en la obra de Tolkien, y que ha supervisado el desarrollo inicial de la serie, afirma que la Tokien State tan solo ha dado su permiso para ambientar la serie en la 2ª edad de la Tierra Media, y ha definido el trato al que ha llegado Amazon Prime con los diferentes actores implicados como un "auténtico campo de minas". Y no puedo menos que darle la razón.

(continua en ...)